El colista avergüenza a la Cultural

Vergonzante experimento de Idiakez ante el colista CD Covadonga (1-0). El equipo leonés deja de sumar tres puntos que pueden ser decisivos para jugar el play off de ascenso a Segunda División en una segunda fase con sólo 18 puntos en juego. Los leoneses fueron incapaces de neutralizar el golazo de Álvaro García al apenas fabricar ocasiones de gol. Con esta derrota la Cultural se despide definitivamente de la primera plaza (sus opciones eran remotas y dependían del Burgos) y rompe una racha de dos victorias seguidas. Además, El Valladolid Promesas se acerca a un punto en la tercera plaza del Subgrupo 1B como tercer clasificado para la Liga Pro (Primera División RFEF). La irregularidad sigue siendo la asignatura pendiente de los blancos. Y para muestra un botón, el equipo más goleador del subgrupo 1B se quedó sin marcar en el campo del último clasificado y más goleado (32 goles encajados). Cuando los puntos son oro, los mejores tienen que saltar al campo y no quedarse en el banquillo. Cuando los máximos rectores del club fichan a entrenadores que desconocen la categoría suceden desastres como los de ayer ante un rival fundado por el párroco de la localidad y basado únicamente en la cantera, política totalmente opuesta a la que sigue la Cultural, con más de 120 fichajes desde que la Academia Aspire se hizo cargo de la Cultural y sin ningún leonés en sus filas que pueda poner orden en un vestuario en el que el sentimiento culturalista y leonés brilla por su ausencia. Para espectáculos como el contemplado ante el colista, y muy último clasificado del subgrupo, se está faltando al respeto a un entrenador como Ramón González, un técnico que ha demostrado mucho más en sus temporadas en el filial culturalista de Tercera División que muchos que han pasado con más pena que gloria por un club que está próximo a cumplir cien años de historia.

La Cultural persigue subir a Segunda División. Es el único objetivo válido para un club histórico, para una ciudad que no es de Tercera División y para una afición detrás a la que se ha menospreciado y se desprecia a diario, con manifestaciones y omisiones de los que desconocen lo que significa el sentir del culturalismo. Ricardo Pozo, el director deportivo al que Felipe Llamazares mueve los hilos a su antojo, salió a la palestra para airear a los cuatro vientos su orgullo por el hecho de que la Cultural consiguiera el objetivo de seguir un año más en la tercera categoría del futbol español, la Segunda División B, aunque al máximo responsable de la entidad quizás le confunda la nueva denominación de la categoría, Primera División RFEF (Segunda División B Pro).

La Cultural, con partidos como el de ayer, acabará dejando el Reino de León como un erial, con menos público en sus gradas que cuando se hizo cargo del equipo Rubén de la Barrera, el técnico que se encargó de hacer crecer el culturalismo en un estadio que estaba poblado de asientos vacíos y cemento. El equipo leonés vuelve a caminar en el alambre, con el plus alarmante de la pandemia para recuperar lo perdido, tanto por el mediocre juego, y siendo generoso, que acoge un recinto deportivo muy por encima de lo que exhibe cada domingo como por un virus que se resiste a la derrota.

Además, la Cultural y sobre todo los representantes de Aspire en León prefieren confiar el futuro del equipo de todos los leoneses a futbolistas y entrenadores de fuera, aunque desconozcan la categoría. El portero leonés del Unionistas Ruly García no cuenta, el centrocampista leonés del Zamora Raúl Vallejo tampoco y el delantero del Burgos CF Claudio Medina menos. Mientras, el colista avergonzó a la Cultural.