Regalo envenenado de la EHF

La supervivencia en Europa se le complica y mucho al Abanca Ademar tras su último confinamiento por covid. La EHF le ha hecho un regalo envenenado a los leoneses ya que si bien han accedido a suspender su encuentro de ida de octavos de final frente al Kristianstad —debía disputarse mañana en el Palacio de Deportes— les obligan ahora a jugar los dos partidos antes del 31 de marzo en la pista de los suecos. El problema es que los de Manolo Cadenas no concluyen la cuarentena hasta el mismo 29 de marzo, lo que les forzará a viajar ese mismo día por la mañana para jugar la ida por la tarde y el 30 la vuelta. Siempre y cuando, eso sí, su rival acceda a disputar dos enfrentamientos de forma consecutiva, algo que la federación europea contempla en su reglamento.

Fue el pasado viernes cuando el club que preside Cayetano Franco hizo público que cinco de sus jugadores habían dado positivo en covid iniciando un confinamiento que afecta a toda la plantilla. Tal y como marca el protocolo de la Junta de Castilla y León, en estos casos deberán permanecer totalmente aislados en sus domicilios durante diez días. Hoy mismo se pronunciará sobre el tema la consejería de Sanidad pero no parece, como insinúan fuentes internas del conjunto ademarista, que vayan a moverse ni un milímetro de su postura oficial para beneficiar los intereses del equipo leonés.

Pero incluso aunque el Kristianstad dé su visto bueno a medirse los días 29 y 30 de marzo al Ademar, las opciones deportivas de los de Cadenas son prácticamente nulas ya que llegarían a la eliminatoria con cero entrenamientos previos. El mal menor, piensan algunos dentro de la entidad, será jugarse el pase a cuartos de la Liga Europea en la pista a pesar de las pésimas condiciones en las que llegarían.

Había ciertas esperanzas en que la EHF diese más margen de tiempo al Ademar para afrontar el partido de vuelta. Pidieron que la ida pasase al 30 de marzo y la vuelta ya en abril, incluso en la pista de su rival en ambas ocasiones, pero la organización del torneo ha sido implacable.

En caso de no poderse disputar el encuentro de vuelta el 30 de marzo, la EHF remarca que «no es una opción posponer un partido a una fecha posterior» y, por ende, «quedará excluido aquel equipo que no esté en condiciones de disputar su partido programado el segundo fin de semana», tal y como recoge la normativa.