El Ademar se pone el mono de trabajo

Costó tomarle el pulso al encuentro, pero el Abanca Ademar se puso el traje de faena y los dos puntos se quedaron en la capital ante un Puerto Sagunto que siempre ofreció batalla pero sin la contundencia de cara a gol de su rival (32-27).

La primera mitad no fue ni mucho menos sencilla para un conjunto leonés que tardó más de 20 minutos en lograr su máxima renta (+5) sin que ello supusiera nerviosismo en su rival.

A ninguno de los dos equipos le estaba funcionando el ataque posicional y ambos encontraron el camino del gol a la contra con un Gonzalo Pérez de nuevo iluminado. El extremo leonés celebró su renovación por dos años siendo el máximo anotador del partido en un festival goleador que se extendió también a la segunda mitad. Y aunque el Puerto Sagunto usó muchas veces esa arma se encontró con el otro gran héroe de la tarde bajo los palos. Dino Slavic fue el culpable de que el Ademar dominase con cierta comodidad al descanso (18-14). El croata rozó el sobresaliente y dejó claro que tiene potencial para ser el portero titular de cualquier grande de Europa. Una pena que la maltrecha economía del club impida mantenerle más allá de este año. Con Khalifa hacen sin duda una de las mejores parejas de la Liga.

Pero todo lo que salía por la banda de Gonzalo fue estéril por la contraria. Ni Jaime, ni Carrillo ni tampoco Casqueiro estuvieron finos. Si acaso el international español se desquitó en el segundo acto. Necesita confianza y Cadenas se la dio.

El timón del juego ademarista fue cosa de Lucin (5 goles) y no tanto de Natán Suárez, que pese a intentarlo tuvo demasiadas pérdidas.

Y aunque fue a arreones, el Ademar poco a poco intentó abonar el terreno pensando en recoger lo sembrado tras el paso por vestuarios.    

                          

Mejoró y mucho la defensa local en la segunda mitad, con Kisselev y Pedro Martínez metiendo una marcha más. A los diez minutos la renta era ya de siete goles y desde ahí hasta el final apenas hubo problemas. De hecho Puerto Sagunto pagó caro el esfuerzo y sus constantes pérdidas espolearon a los leoneses.

Los últimos diez minutos de encuentro fueron un intercambio de golpes que de poco sirvieron en lo que a los puntos se refería. Ademar debía ganar por plantilla, presupuesto y calidad y así fue, sin desmerecer en nada a un combativo Puerto Sagunto que nunca bajó los brazos. 

Hubo tiempo también para rendir sentido homenaje a Gonzalo Carou, quien durante tantas temporadas vistió la camiseta marista. No pudo despedirse de la que aún hoy considera su casa y afición por culpa de la pandemia pero al fin la parroquia local le dedicó la ovación que se merecía. El internacional argentino devolvió el gesto con un buen partido en defensa y más de una lección magistral a sus compañeros, como hacía hasta la 2019-20 en León.