«Si el club mantiene el bloque será más fácil seguir en la élite»

El técnico del Embutidos Pajariel Bembibre, Pepe Vázquez (Santiago de Compostela, 1980), hace balance de una temporada marcada por la crisis sanitaria. De cara a la décima campaña en la máxima categoría del club, cree que debe apostar por la continuidad de varias piezas para asentar el proyecto y no sufrir tanto. «Sería un reto personal y para las jugadoras», afirma.

—¿Está dispuesto a renovar?

—Si continúo, me gustaría mantener el bloque, un proyecto continuista. Es algo que no pude lograr en los años anteriores. Me gustaría, en caso de quedarme, no empezar de cero la temporada. Sería bueno poder empezar con un número importante de jugadoras de la última campaña. Que la afición pueda reconocer a un número amplio de jugadoras. Evolucionar un equipo desde un punto medio es más fácil.

—Confeccionar un bloque nuevo supone mayores riesgos, ¿no?

—Este año hubo que construir desde cero, con gente muy joven y sin experiencia en la Liga Femenina Endesa. Excepto Anna Palma, que tampoco había tenido mucho protagonismo en el Cadí La Seu, el equipo no tenía experiencia, lo que complicaba aún más el trabajo. Cada partido es un examen, pero uno debe evaluar un poco más allá. Es muy lícito ir a una grada a ‘rajar’, pero los que nos dedicamos a esto debemos valorar el día a día. El equipo trabajaba muy bien. La consecuencia ha sido este resultado.

—Tres jornadas le sobraron finalmente para certificar la permanencia...

—La prioridad, en el contexto actual, debe ser la permanencia. Si el club logra mantener un bloque, será más fácil que llegue a cumplir la undécima temporada en la Liga Femenina Endesa y no sufrir tanto.

—¿Y aspirar a algo más que a la permanencia?

—Sería un reto personal y para las jugadoras para tratar de dar un paso más y ver dónde lo coloca el nivel de la competición. Fui feliz ganando, pero también me sentí orgulloso en muchas derrotas.

—¿Qué Liga Femenina espera para la próxima temporada?

—Me espero que la Liga Femenina Endesa siga creciendo. Volvemos a tener a las mejores españolas y jugadoras WNBA importantes. No sé si será la Liga más potente de la última década, pero me recuerda a aquella en la que Ros Casares llegó a tener a Maya Moore. Los equipos españoles demuestran en competiciones europeas que hay un nivel muy bueno.

—¿Qué destacaría de su plantilla esta temporada?

—Una de las cosas de las que más orgulloso me siento es que se percibe una evolución, que las jugadoras y el grupo fueron de menos a más. Ya nos ocurrió lo mismo los dos años anteriores. Fui feliz ganando, pero también me sentí orgulloso en muchas derrotas.

—¿Silva y Gladkova, claves?

—Dieron serenidad y experiencia. Deportivamente, la llegada de dos jugadoras de su confianza como Roselis Silva, primero, y Julia Gladkova, después, fue determinante para reconducir la dinámica de un equipo que pagaba su inexperiencia en forma de derrotas. Sus regresos fueron dos soplos de aire fresco para el equipo. Reconozco que dieron serenidad y experiencia, pero además son jugadoras de calidad. Nos conocíamos y sabían que iba a intentar sacar lo mejor de ellas. Su llegada, si el grupo no hubiera crecido, no habría servido. Fue un motivo de alegría su regreso por el cariño que les tengo.

—En otros aspectos también fueron fundamentales en la reacción del equipo, ¿no?

—En lo personal, además, estas dos jugadoras fueron capitales, líderes dentro y fuera de la pista. Su conocimiento del club y su carácter fueron vitales para guiar a un equipo carente de liderazgo. Estoy muy orgulloso del grupo humano y del grupo de trabajo. En este equipo se conjugó tener buenas personas y gente trabajadora, con ganas de mejorar individualmente y ganar los partidos. Es injusto hablar del mejor grupo de mi carrera como entrenador, pero este ha sido un gran grupo. Ha sido un placer entrenar a estas jugadoras. Hemos competido y podido ganar más partidos. La imagen que dio el equipo ha sido muy buena y nos hizo creer.

—¿Momentos claves de la reacción?

—Hubo muchos momentos claves en esa reacción, empezando por la victoria ante Lointek Gernika en la segunda jornada de la segunda vuelta. Pese a la derrota posterior frente a Spar Gran Canaria, el equipo se hizo fuerte en su pabellón para lograr la permanencia. Esa victoria contra Gernika supuso un subidón por la llegada de Julia y lo que aportó a la confianza del grupo. No sólo por la victoria, sino por cómo se ganó a un equipo de los más importantes de la competición. Contra Zaragoza también fue importante por cómo fuimos capaces de ganar a pesar de que no fue un partido brillante. También la racha de tres triunfos seguidos. Fue ese el momento en el que el equipo creyó y se agarró definitivamente a la categoría, ganando a Campus Promete y remontando frente al Alter Enersun Al-Qázeres.