Al Madrid no le basta el banquillo

Si el Real Madrid termina perdiendo esta Liga (0-0), habrá que atribuir parte de la responsabilidad al cúmulo de desgracias que no da respiro a los blancos desde que arrancó la campaña. Obligado a ganar tras la goleada del Atlético frente al Eibar para seguir echándole el aliento al líder, el equipo de Zinedine Zidane tropezó contra el Getafe en un partido al que acudió con una alineación más propia de un bolo veraniego que de un choque vital por el campeonato y se aleja a tres puntos de los rojiblancos.

Con nueve futbolistas ausentes por motivos de lo más variopinto, el marsellés no tuvo más remedio que inventarse un bloque que no dio la talla en el Coliseum Alfonso Pérez y volvió a complicarse la vida en la pelea por el título. Más que con el plan B, el técnico del Real Madrid envidó con el C o el D, vaya usted a saber, y el conjunto de José Bordalás lo aprovechó para arrancar un empate que tampoco tranquilizó a los azulones pero que les supo bien habida cuenta de la jerarquía del adversario que tenía delante. Ni Barça, ni Atlético ni Real Madrid han vencido este curso en su feudo. Mucho mérito en la temporada más complicada para el Getafe de los últimos años.

Se podría tachar de revolucionario el once de Zidane, de no ser porque al preparador del Real Madrid no le quedaba otra. Seis variantes respecto al equipo que fue titular en Anfield para un pleito condicionado por las bajas. Defensa de circunstancias con el castillista Chust formando en el eje junto a Militao y los habitualmente poco aplicados Marcelo y Odriozola en los laterales. Sin el sancionado Casemiro ni el aislado Valverde, que estuvo en contacto con un positivo por coronavirus, reservó a Kroos, cuyo físico está al límite, situó a Modric ancla y ubicó a Isco y Rodrygo como volantes. Arriba, oportunidad desaprovechada por Mariano, ante la necesidad de dar algo de tregua a Benzema, que entró en la última media hora y no pudo rescatar a sus compañeros. Enfrente Bordalás mantuvo el cuadro que cayó una semana atrás con el Cádiz, salvo la entrada de Ünal por Kubo, cedido por al club azulón por su poderoso vecino.

Retrasado Modric, el Real Madrid careció de vector creativo, con Isco otra vez apagado y Rodrygo desubicado en el centro. Los blancos atacaron a espasmos, mientras el Getafe embistió con mucha mayor consistencia pero sin filo. El paso por vestuarios no alteró la disposición de los ejércitos ni el ritmo de la batalla. El Getafe siguió abriendo fuego, aunque con la mirilla desviada, frente a un Real Madrid poco profundo. Olivera remató mordido dentro del área y Courtois voló en respuesta a un latigazo de Ünal precedido por una imperdonable pérdida de Marcelo en el centro del campo. Los relevos permitieron recuperar una arquitectura más reconocible al Real Madrid, que sumó a la causa a Arribas y terminó el partido con tres campeones de la Youth League. Pero el peligro siguió llevándolo el Getafe, beneficiado por las continuas pérdidas de su adversario. De una de ellas vino un disparo endiablado de Maksimovic que se marchó a córner tras golpear en Chust. Reclamó también Angel un penalti de Militao que ni el árbitro ni el VAR atendieron. Reparto de puntos y frenazo del Madrid.