Griezmann pone la Liga patas arriba

Todavía con los ecos de la Superliga resollando, Villarreal y Barcelona presentaron un partido para la rebelión de los románticos (1-2). El equipo de una localidad de 50.000 habitantes presionando sin mirar el retrovisor ante un transatlántico que mide su volumen de negocio en Asia y Norteamérica y no ficha por menos de 100 millones. Un planteamiento, el del ‘Submarino’, que además obtiene respuesta azulgrana, órdago aceptado, y que convierte la sobremesa de ayer en un cuerpo a cuerpo sin opción a la siesta para el espectador. Y que además Griezmann se encarga de embellecer con su zurda de artista, que hace de La Cerámica un lienzo con un gol de estilo rococó.

Si el fútbol no entretiene a los jóvenes, igual la solución está en los entrenadores y no en un despacho de Wall Street donde se toman decisiones sin saber lo que se siente al animar a tu equipo en la grada. Planteamientos como los de Unai Emery y Ronald Koeman son adictivos, obligan a no pestañear frente al televisor. Así como el Villarreal apretaba arriba, el Barcelona corría al espacio y viceversa. Así como avisaba Gerard Moreno, de cabeza en un córner y empalando un centro de Chukwueze, replicaba el Barça con una llegada de Jordi Alba que De Jong cedía a Griezmann, que se topaba con Albiol. Y si Trigueros levantaba los olés, ahora mudos por el coronavirus, con un recorte de fantasía sobre Piqué, el Barcelona respondía con una melodía coral. De derecha a izquierda, al primer toque, que finalizaba en centro de Jordi Alba y remate a placer de De Jong. ¡Al que aún era capaz de llegar Asenjo con una parada increíble! Y no sería la única respuesta de mérito del portero, que salvaría un chut seco al palo corto de Messi antes del carrusel de goles. Porque si durante los primeros 25 minutos el partido había sido espectacular, para los ocho siguientes el calificativo se queda corto.

Golpeó primero el Villarreal por obra de un inspiradísimo Samu Chukwueze.

Pau Torres dividió a la defensa azulgrana con un pase desde su campo y el nigeriano retó en carrera a Jordi Alba antes de citarse con Ter Stegen, aunque el lateral del Barcelona resbaló en el momento más inoportuno. Ya en el mano a mano, Chukwueze desbordó con clase la buena salida del meta alemán y definió a puerta vacía.

A renglón corrido, la obra de arte de Griezmann. Mingueza desplazó en largo a la espalda de la defensa local, un terreno donde el francés se mueve como pez en el agua. Entonces Griezmann vio por el rabillo del ojo cómo Asenjo dudaba en la salida, ni bajo el larguero ni a por todas, y acarició el balón con el exterior de su zurda. Dibujando una parábola perfecta, pero delicada, ante la que el meta español solo pudo mirar atónito mientras entraba en su portería.

Grave error

Poco después, Griezmann completaba la remontada con una definición de clase aprovechando un flagrante error de Foyth en la cesión. Tras 32 jornadas, el francés suma once tantos y seis asistencias en Liga, y ya es el séptimo jugador del campeonato que participa directamente en más goles de su equipo. Antes del descanso, todavía tendría Griezmann la opción de marcar un tercero, pero Asenjo se hizo fuerte para atajar el chut del galo tras taconazo de De Jong.