Tenis
Nadal hace del Godó su feudo
El español salva un punto de partido y se impone a un gran Tsitsipas para ganar tres años después en Barcelona El balear alcanza los 12 títulos en la arcilla catalana
Amenazó Tsitsipas con acabar con el impoluto reinado de Nadal en Barcelona. Le presionó como no había hecho nadie en las anteriores once finales que ha jugado aquí el balear. Demostró, con un revés plástico y una determinación de filósofo griego, que podía poner contra las cuerdas al señor de la tierra batida. Nadal aguantó el chaparrón y emergió en cuanto tuvo oportunidad, salvando incluso un punto de campeonato por el camino. En su torneo, en su pista, en su reino, Nadal flirteó con la derrota, pero terminó siendo el mejor. Victoria ante Tsitsipas (6-4, 6-7 (6) y 7-5) y decimosegundo trofeo en el Conde de Godó.
Después de lo ocurrido en Montecarlo y sabiendo que Tsitsipas ya lo derrotó este año en Australia, Nadal, consciente de la dificultad del duelo que tenía por delante, pasó la presión al otro lado de la pista. Y el heleno saltó a la arena con esa creencia grabada en la raqueta. Apareció confiado en revertir su última final aquí, en 2018, cuando Nadal le pasó por encima. Durante muchos minutos, estuvo a la altura. No solo a la altura, muy por encima. Con un nivel excelso, de lo mejor que se ha visto en toda la semana en Barcelona, desacreditó a Nadal. Puso en peligro su récord de once finales jugadas y once ganadas en esta pista.
Se colocó 3-1 arriba, con un juego impecable, y tuvo oportunidades para marcharse hasta el 4-1. Nadal, con corazón, resistió y volvió. Igualó el partido jugando muy atrás, contraatacando, poniendo la cara. Elevando su juego hasta el 4-4, salvando tres pelotas de rotura y quebrando en el décimo juego. Le había arrebatado al griego un set en el que su rival había sido el mejor el 90% del tiempo. La final se inclinaba lentamente hacia el lado español. Sí, volvió a salir Tsitsipas más fuerte en el segundo, una vez más empujando, una vez más presionando. Sus golpes rompían la armadura de Nadal, pero este aguantaba para cuando bajara el nivel poder colarse por los pocos huecos que dejaba el de Atenas. Como en el primer parcial, Tsitsipas se adelantó por 3-1, pero poco a poco dejó escapar la ventaja,
Nadal igualó y en el décimo juego, el psicológico, dispuso de dos bolas de partido. Parecía hecho, pero resurgió el griego, quien puso el 5-5 y tuvo un 0-40 al siguiente juego para dar la sorpresa. Resistió Nadal, las salvó todas y encaminó el encuentro hacia un ‘tie break’ donde Tsitsipas igualó la final aprovechando una doble falta del español. Era el quinto desempate consecutivo que perdía Nadal, que no gana uno desde el Masters 1.000 de París en 2020. Con la pérdida del set, se diluyó la combatividad y reinaron los servicios, hasta el décimo juego, cuando el manacorense salvó un punto de partido en contra con el saque. Contraatacó rompiendo el siguiente servicio de Tsitisipas y, ahora sí, al tercer punto de torneo, cercenó el partido tras más de tres horas y media de pelea.