La Cultural dice adiós a la temporada

Se acabó. El enésimo ridículo de la Cultural esta temporada pone punto y final en Vigo con una nueva derrota (2-1) frente al Celta B. Cuarta derrota consecutiva del conjunto leonés que le deja sin opciones matemáticas ya de colarse en el play off de ascenso a Segunda a falta todavía de medirse el próximo domingo en León al Zamora. Un partido que no servirá para nada a los hoy dirigidos desde el banquillo por Ramón González.

 

El técnico del filial debutó con un once conservador en el que sí dio la titularidad al canterano Marcos González, quien tuvo buenos minutos pero al que sustituyó al descanso. No salió mal plantada la Cultural en los primeros minutos pero eso sí, prácticamente inofensiva en ataque. Solo un disparo desviado de Álvaro Juan al comienzo del duelo hizo tener esperanzas de un duelo al ataque total.

 

El Celta B fue muy superior y con el paso de los minutos lo demostró. Eso sí, se encontraría con un penalti inexistente al filo del descanso que le puso las cosas muy de cara y hundió a la Cultural. No fue mano de Galas en el área pero el árbitro señaló pena máxima y Manu hacía el 1-0. Mazazo para un conjunto leonés que debía al menos empatar si quería seguir vivo. Luego pediría penalti la Cultural por falta sobre Eric Montes en el área pero la jugada quedó en nada y el colegiado, esta vez acertado, anuló un gol a Dioni por mano segundos después.

 

Quedaba no obstante tiempo para remontar. Pero nada más lejos de la realidad. A los dos minutos de la reanudación de nuevo Manu, esta vez tras un gran disparo, batía a Zubiaurre y daba al traste con cualquier posibilidad. El 2-0 sacó a la Cultural del encuentro de forma definitiva. Nada, ni un solo tiro entre los tres palos (salvo el gol de Dioni en el 87). Un equipo en descomposición que se encontró con otro penalti inexistente en los minutos finales que transformaría el máximo goleador culturalista esta temporada. Máximo y casi único goleador, porque el resto de atacantes apenas suman ocho goles entre todos. 

 

Triste despedida a una temporada que no puede resumirse en un solo partido y que deja en evidencia la mala planificación de la plantilla, la falta de autocrítica de la directiva y la nula capacidad de los dos entrenadores (Cabello e Idiakez) para conducir a la Cultural a su objetivo, que no era otro que el de subir a la categoría de plata. Ninguna culpa tiene Ramón González en esta empresa, ya que apenas ha tenido una semana para imponer su estilo. Habrá que ver si es cierto que sigue en el banquillo la próxima campaña.

 

Lo que queda claro es que la Cultural vendió como un éxito seguir en Segunda B el año que viene y desde entonces solo fue cuesta abajo. La Liga Pro es permanecer en Segunda B, en ningún caso supone un ascenso, si acaso no bajar a Tercera. 

 

Cuatro derrotas seguidas en la segunda fase demuestran que el equipo estaba hundido, moral y físicamente. Otro proyecto que fracasa y ahora tendrá que verse con qué consecuencias. Habrá limpia de la mayoría de la plantilla y puede que al fin también se den cambios en la directiva. Queda en el aire si Aspire seguirá al mando.