Una triste despedida del Ademar

Más allá de las despedidas (28-29) a los jugadores que no continuarán la próxima temporada en el club, el partido ante Granollers no tuvo mucha historia. Podía haberla tenido al menos para los de Antonio Rama, pero su traspiés del pasado miércoles con Guadalajara evitó que visitasen León con la tercera plaza en juego y el tremendo tesoro que encierra; billete para la Liga Europea de Balonmano 2021-22. Sonó más a amistoso estival que a otra cosa.

Ambos conjuntos salieron a medio gas en los primeros compases, con un Dino Slavic correcto y Gonzalo Pérez hábil como siempre a la contra. En once minutos el extremo leonés ya había anotado seis de los siete tantos de su equipo hasta ese instante. Los catalanes, con una defensa lenta y desajustada, facilitaron la rápida ventaja de los de Cadenas (9-6, minuto 13).

Feutchmann es de los pocos que no entienden de duelos intrascendentes. Él solo entiende el verbo batallar hasta desfallecer. Su intensidad desde el lateral o por momentos en la posición de central obligó al resto a subir una marcha, incluido al Granollers, que poco a poco igualó la balanza (10-11, minuto 19). Fue ahí donde el técnico leonés solicitó tiempo muerto para reactivar a un Ademar errático en ataque. Los cambios, lejos de darle otro aire al juego local, terminaron por descolocarlo. La ventaja inicial de +3 se tornó en un preocupante 12-14 al descanso más por los errores propios que por el acierto visitante. Y eso que Slavic evitó males mayores.

Una buena salida del Ademar tras el paso por vestuarios cambió las tornas en apenas cuatro minutos (18-16) de nuevo con un Gonzalo Pérez desatado (10 goles) y en busca del pichichi liguero. Es, de largo, el mejor jugador del equipo y el más regular.

Ese arreón goleador de los ademaristas se explicó sobre todo desde la buena defensa que ejercieron, frenando en seco a Granollers y aprovechando para salir a la contra (minuto 10, 22-18). Khalifa, que había entrado en el segundo tiempo, también puso su grano de arena para blindar la portería. Genio y figura el argelino, incapaz de reprimir la rabia cuando sus compañeros se relajan en una acción defensiva o él mismo encaja un gol a priori atajable. La marcha de Slavic rompe sin duda una de las mejores parejas de guardametas que ha tenido el Abanca Ademar en toda su historia.

A diferencia del primer acto, ahora sí que los de Cadenas demostraron actitud y ganas de terminar la Liga con un triunfo después de una segunda vuelta muy irregular. A doce para el final vencían 24-21. El entrenador de Valdevimbre no rotó tanto y eso ayudó a mantener cierta regularidad. Pero Granollers, que por momentos pareció venirse abajo, aún guardaba una bala en la recámara y a falta de cinco para el final del encuentro puso un inquietante 26-26. Y de nuevo, como en tantas ocasiones este año, el sueño se tornó en pesadilla sin que nadie entendiera muy bien por qué el equipo se dejó ir. Tanto que en el último minuto tiró por tierra el buen trabajo hecho para alegría de los catalanes. Este 2021 el Palacio ha dejado de ser un fortín.

Triste despedida de un Abanca Ademar que necesita resetearse cuanto antes. Dicen que Cadenas está como un niño con zapatos nuevos con la plantilla del próximo curso. Ojalá sea capaz de ensamblar bien las piezas de un proyecto insultantemente joven pero no exento de calidad. El equipo volverá a la carga a finales de julio o principios de agosto con una primera cita importante en septiembre; la eliminatoria previa para entrar en la fase regular de la segunda máxima competición continental. Un inicio que no permite rodajes.