Cerrar

Nadal aplasta al sufrimiento y ya está en semifinales de Roland Garros

Rota la racha de 36 sets seguidos ganados, el español sobrevive a Schwartzman para reforzar su candidatura al que sería su 14º título en París.

nadal

Publicado por
Enric Gardiner
León

Creado:

Actualizado:

La grandeza de Rafa Nadal en Roland Garros reside en que solo ganarle un set ya es toda una heroicidad. Arrebatarle, aunque sea un único parcial, es una barbaridad, un acto vil, como emborronar una pintura o ese primer bote que despeina la inmaculada tierra parisina. Ganarle dos sets es impensable. Ganarle tres, imposible. Por eso cuando el argentino Diego Schwartzman rompió este miércoles la racha de 36 sets ganados de forma consecutiva por Nadal, ese único hecho ya era suficiente para sacarle a hombros de la Philippe Chatrier.

Ahora bien, ganar a Nadal ya eran palabras mayores. Solo dos hombres lo han conseguido en París, Novak Djokovic y Robin Soderling, pero es que solamente tres personas le han ganado al menos un set desde 2016.

Uno de ellos, el propio Schwartzman, en dos ocasiones; los otros, Dominic Thiem y David Goffin. Cuando Nadal reclamó el triunfo, imponiéndose en los dos últimos sets (6-3, 4-6, 6-4 y 6-0) y apagando el momento de su rival, al argentino solo le quedó resignarse. La derrota no era culpa suya. Una proeza fue posible; dos no. ¿Tres? Por supuesto que no.

Nadal no jugó en los cuartos de final su mejor partido. Fue más resiliente que brillante y durante muchos momentos fue a remolque, sin dominar con la derecha, a merced de un Schwartzman que se quitó un peso de encima cuando ganó su primer encuentro al manacorense en Roma el año pasado, pero no suficiente para repetir la hazaña. El 10-1 en el cara a cara para Nadal sigue siendo una losa muy grande y le da una ventaja moral que le permite llevarse sets por detalles.

En el primero, el balear solo aprovechó dos de siete bolas de 'break' y permitió que el bonaerense le quebrara el suyo. Le bastó a Nadal para llevárselo por 6-3, pero el nivel no era bueno y Schwartzman lo aprovechó, colocándose 0-3 arriba en el arranque del segundo. Igualó Nadal a tres, pero el argentino inclinó el primer punto de set a su favor para poner el 4-6. Primer set que Nadal pierde desde la final de 2019.

Su racha se quedaba en 36 sets, la tercera mejor en la historia de un mismo Grand Slam, tras los 41 de Bjorn Borg en París entre 1979 y 1981, y los 38 del propio Nadal, también en este mismo escenario, entre 2016 y 2018, rota también por Schwartzman. El público no ayudaba a que Nadal se animara, puesto que las 5.000 personas que asistieron a la Philippe Chatrier estaban volcadas con Schwartzman. Como si una cápsula del tiempo hubiera retrocedido hasta aquella época en la que Roland Garros conspiraba contra Nadal.

Pero no hubo pérdida de concentración. Al contrario. El set perdido sirvió como toque de atención. Nadal sufrió ocho juegos más. Conteniendo al argentino, evitando más ataques. Cuando cerró el 4-4 lo celebró mucho.

Era un punto clave. Lo predijo. Desde ahí, se llevó ocho juegos seguidos.

Hizo el 6-4 y aniquiló las opciones de Schwartzman con un rosco en el tercero. La heroicidad había terminado. Había sido aplastada. El español pasó a semifinales de Roland Garros por decimocuarta vez en su carrera, Siempre que llegó hasta aquí acabó ganando el torneo.