Los egos despiden a Ramos

Sergio Ramos nunca quiso irse del Real Madrid, pero perdió el pulso que le echó a Florentino Pérez y se ve obligado a abandonar el club al que llegó hace 16 años y en el que se ha convertido en uno de los mejores y más importantes futbolistas de la historia del equipo más laureado de Europa. El defensa sevillano culpó al Real Madrid de su marcha, al desvelar que hace una semana aceptó finalmente la oferta de renovación de su contrato por un año más, con una reducción del 10% del sueldo, pero el club le comunicó entonces «que ya había caducado».

En diciembre, cuando Sergio Ramos estaba pletórico y era titular indiscutible en el Real Madrid, se sentía fuerte para negociar su continuidad.

No dudaba en aquel momento de que el Real Madrid aprobaría su propuesta para seguir dos años más, por lo que el capitán blanco rechazó la inamovible oferta del club. También lo hizo por última vez el capitán madridista en marzo, después de haber sido operado de la rodilla izquierda. Sin embargo, con su futuro incierto y tras quedarse fuera de la Eurocopa, Sergio Ramos dio marcha atrás y se plegó a las exigencias de Florentino Pérez. Demasiado tarde, porque el presidente del Real Madrid ya no estaba dispuesto a permitir que un jugador de su edad (35 años), por mucho liderazgo y jerarquía que tenga y sea una indiscutible leyenda del club, se garantizase una continuidad que antes despreció por una diferencia de una temporada.

«Nadie me comunicó que la oferta tenía una fecha de caducidad. Nunca me dieron un ultimátum para decir sí o no», lamentó este jueves Sergio Ramos, que no manejó bien los tiempos en las negociaciones con Florentino Pérez y, tras no sentirse suficientemente valorado —como en su día le ocurrió a Cristiano Ronaldo—, cuando quiso recular el presidente del Real Madrid le cerró la puerta de forma definitiva. «Es superrespetable, pero me sorprendió. Yo me he dejado el alma y la vida por esta entidad, y quiero que me recuerden como un hombre y una persona íntegra», proclamó el jugador de Camas, antes de explicar las razones de su adiós, dejar claro que «el dinero nunca ha sido un problema», y criticar la forma de actuar del club. «Me hubiese gustado tener la tranquilidad que han tenido otros», fue una de sus quejas durante una comparencia de prensa en la que Sergio Ramos lanzó los dardos que pretendía y en la que dijo que le hubiese gustado que Florentino Pérez estuviese a su lado.

«No guardo rencor». Ya durante el acto previo de homenaje a Ramos en la Ciudad Deportiva de Valdebebas, durante el que el jugador se emocionó, se pudo comprobar la frialdad entre futbolista y presidente, y al sevillano le costó fingir y sonreír junto a los 22 títulos conquistados con la camiseta blanca.

Con las relaciones entre Sergio Ramos y Florentino Pérez en su momento más tenso, el jugador de Camas evitó sin embargo atacar con más virulencia al máximo dirigente que le fichó cuando era «un niño», con 19 años. «No guardo ningún tipo de rencor. No quiero enfrentamientos», justificó el mítico futbolista que aseguró que «tarde o temprano» volverá al Real Madrid. «No es un día fácil, porque tú has sido alguien especial para mí. Te deseo que seas feliz junto a los tuyos y que sepas que esta será siempre tu casa», le dijo Florentino a Ramos.