La Uefa exige no tocar la publicidad
Reprende a Cristiano y Pogba por quitar las botellas de Coca-Cola y Heineken
Los gestos del delantero portugués Cristiano Ronaldo y el centrocampista francés Paul Pogba, que apartaron las botellas de Coca-Cola y Heineken —patrocinadores de la Eurocopa— coincidiendo con caídas de sus acciones en las bolsas suponen un problema mayor para la Uefa como organizador que para la evolución bursátil de las compañías de bebidas, según los analistas. Lo que era una rueda de prensa rutinaria en la víspera del Hungría-Portugal del Grupo F de la Eurocopa se convirtió en mucho más cuando Cristiano Ronaldo se sentó en la sala de prensa del estadio Ferenc Puskás junto al seleccionador Fernando Santos, miró las dos botellas de Coca-Cola sobre la mesa y las retiró a un lado ante la sorprendida mirada de su entrenador.
Acto seguido, el delantero del Juventus cogió la botella de agua que estaba junto a los refrescos -sin etiqueta por no haber un patrocinador de este ramo en el torneo- la levantó hacia los periodistas y dijo con gesto serio, «Agua, no Coca-Cola», justo antes de que el responsable de prensa diera inicio a las preguntas. El gesto de Ronaldo —clave al día siguiente con dos goles en el 0-3 que Portugal endosó a Hungría- se produjo aproximadamente a las 15.45 horas CET del lunes, las 9.45 en Nueva York, donde cotiza The Coca-Cola Company, la empresa de bebidas refrescantes y uno de los patrocinadores históricos de eventos deportivos a nivel mundial, que ya había arrancado aquella jornada con pérdidas: en la primera hora en el mercado el título había pasado de los 56,18 dólares del cierre del viernes a valer 55,30 dólares, un 1,5% menos.
El gesto de Ronaldo tuvo una réplica posterior: el martes, tras el Francia-Alemania en Múnich, con resultado de 1-0 para la selección gala, el centrocampista francés Paul Pogba, del Manchester United inglés, retiró de la mesa la botella de cerveza de la marca Heineken, otro de los apoyos comerciales de la Eurocopa, en este caso sin más gesto que cogerla y colocarla en el suelo. En el caso de Heineken, sus acciones llevaban ya tiempo con subidas y bajadas debido, según el analista de XTB, a que su evolución bursátil está «muy vinculada a la recuperación económica» tras la pandemia. El martes, los títulos de la compañía cervecera neerlandesa cerraron en los 98 euros por acción, y al día siguiente subieron hasta los 99,7 euros.
Si bien la repercusión de estos gestos en las acciones de las dos compañías es limitada, sí que podría tener más impacto la actuación de la Uefa, que hasta el jueves no se pronunció oficialmente, con una nota en la que recordó que los patrocinadores «son una parte integral para la realización del torneo y para garantizar el desarrollo del fútbol en toda Europa». «Parece ser que lo que está pesando mucho en bolsa es cómo es posible que la Uefa no esté adoptando ningún tipo de medida con carácter sancionador o de reprimenda», apunta el analista de XTB, para quien la actuación del organismo europeo podría hacer que algunas marcas «se planteen si les merece la pena pagar a la Uefa para que su marca aparezca vinculada a un acontecimiento deportivo».
El mensaje de la Uefa parece evidente después de la polémica. Los futbolistas internacionales no pueden mover las botellas de los patrocinadores de las mesas en las conferencias de prensa. Después de los episodios de Cristiano y Pogba.