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Fútbol | Play off de ascenso

El exjugador de la SD Ponferradina Isi Palazón sube con el Rayo a Primera

Publicado por
León

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El Rayo Vallecano, con el exfutbolista de la SD Ponferradina Isi Palazón en sus filas y uno de los destacados en el decisivo partido de vuelta, regresa con mucho orgullo a Primera División tres años después de su último ascenso. El conjunto madrileño consiguió remontar en Montilivi el 1-2 del partido de ida para cumplir su sueño y frustrar el cuarto intento del Girona en una final del play off, resuelta a favor del equipo que más ambición tuvo y méritos hizo en el encuentro definitivo. El Rayo le dio la vuelta a la eliminatoria al filo del descanso, con goles de Alvaro García y de Oscar Trejo, y resistió con diez durante más de media hora ante un desesperado Girona.

Con un jugador menos
La injusta expulsión de Emiliano Velázquez la aguantó el equipo vallecano con coraje

En la primera parte el Rayo fue muy superior al conjunto catalán y en la segunda aguantó con uno menos a base de coraje y de sacrificio defensivo tras la injusta expulsión de Emiliano Velázquez. El árbitro le mostró una segunda amonestación al jugador uruguayo del Rayo, que se resbaló y no mereció la tarjeta, pero al no poder entrar el VAR al tratarse de una segunda amarilla, dejó al conjunto de Andoni Iraola en inferioridad y obligó a los franjirrojos a un esfuerzo aún mayor. El Rayo, especialista en remontadas, siempre creyó, aunque tuvo que pasar por un suplicio hasta el pitido final en Montilivi, donde el Girona nunca supo cómo jugar sus bazas.

Parecía un imposible que el Rayo, al que no le valía en Montilivi la victoria por 0-1 ni por 1-2, derrotase por al menos dos tantos de ventaja al Girona en terreno catalán, pero hizo posible la proeza, gracias a que el conjunto de Francisco especuló en el primer tiempo fiándose de su importante victoria en Vallecas y cuando reaccionó, sin ideas en ataque, no encontró el gol. El Rayo se hizo fuerte en defensa y, aunque sufrió ante los balones aéreos y las acometidas del Girona, ya lideradas por el amenazante Stuani, sobrevivió a base de físico, casta y fe, para acompañar en el ascenso a Primera al Espanyol y al Mallorca.