El tortuoso camino de La Roja para alcanzar la ansiada final del torneo

«La fama cuesta, y aquí es donde vais a empezar a pagar... con sudor», repetía la señorita Lidya Grant en ‘Fama’. No veo a Luis Enrique con mallas de gimnasia, pero sí con la misma intención de concienciar a sus futbolistas de que el camino hacia el éxito será espinoso. El dichoso gol de Suecia en el último minuto de partido ha enviado a España al lado del cuadro con más equipazos por metro cuadrado.

El primer escalón será octavos y ahí aparece Croacia, actual subcampeona del mundo. Un conjunto liderado por Luka Modric y con un grupo de futbolistas que destacan por ser aguerridos y con la calidad balcánica habitual. Seguramente será un rival que le irá mejor a La Roja, que deja jugar más que Suecia o Polonia, pero que te puede condenar en cualquier jugada.

Es decir, ya será difícil superar octavos. ¿Y qué esperaría en cuartos? Nada menos que la actual campeona del mundo y la actual subcampeona de Europa. La Francia de Mbappé, Benzema, Griezmann, Kanté y todos sus amigos. Sin duda, libra a libra, el mejor equipo de todos. Aúna contundencia atrás, con creación en el centro del campo y fantasía arriba.

Vale, hemos jugado el partido de nuestras vidas y superamos a Francia. Antes lo habíamos hecho con Croacia. Pues ya está. Seguro que todo es más fácil. Pues no. Porque por la otra parte de los octavos la situación sigue pintando negro. Un duelo será el de Bélgica y Portugal, dos candidatos al título. Ya no deben quedar más ‘cocos’, es imposible. Pues sí, todavía hay uno más. Porque el último duelo del lado del cuadro de España enfrenta a Italia con Austria, quizá el más desequilibrado por el potencial de ambos equipos.