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Fútbol | Eurocopa

Los números avalan a España

Es la selección más goleadora, la que más posesión de pelota tiene, la que más pases da y la que más ataca de todas

Parte de los internacionales españoles, tras el entrenamiento. P. G.

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R. Basic
León

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España es el lobo. Se ha quitado el disfraz de Caperucita y ha enseñado los dientes en una Eurocopa que se ha quedado sin algunas de sus grandes favoritas al título: Francia, Alemania, Portugal, Países Bajos. La Roja ha pasado de ser una incógnita, una selección joven y tierna, todavía por hacerse y madurar, a convertirse en un serio aspirante al trono del Viejo Continente. Más allá de los resultados, que han ido mejorando con el transcurso de los días, los hombres de Luis Enrique han consolidado un modelo de juego que les permite liderar casi todos los parámetros ofensivos: es el equipo más goleador del torneo (11), el que más posesión tiene (68%), el que más pases (3.304) y asistencias (11) da entre los ocho cuartofinalistas, el que más ataques ha hecho (272) y el que remata una media de 17 veces por partido, lo que le coloca tercero por detrás de Italia (21,7) y Dinamarca (19,2). La Roja es puro fuego con el balón. Lo quiere y lo tiene.

Y en la portería, pese a las dudas, Unai Simón no se arruga tras el error del pasado lunes. Calificó de «accidente» el primer tanto encajado ante Croacia en los octavos de final de la Eurocopa, al controlar mal una cesión de Pedri, defendió que no es el deportista que se vio en esa acción, aliviado por la remontada y sus paradas posteriores en un partido que no olvidará «nunca».

«Siempre me han enseñado que el fútbol son un cúmulo de aciertos pero también pequeños errores. Pocas veces se dan, pero cuando los cometemos los porteros se magnifican y acaban en gol. El otro día fue un accidente. Estas unos minutos pensando por qué ha pasado cuando Croacia no nos había generado nada, pero había que darle la vuelta», recordó de una acción que jamás olvidará.

«Seguía en el campo, el equipo me necesitaba y tenía que seguir haciendo las cosas tal y como tenía pensadas desde el inicio del partido, arriesgando de la misma manera y si volvía un balón igual concentrarme y hacerlo bien».