Los Caselli ponen el ojo en la Cultural

La familia Caselli, hasta hace pocos días máxima accionista del Burgos CF, busca nuevo proyecto en otro club español una vez que ha traspasado sus poderes al grupo Yucon, quien desde ahora dirigirá los destinos del conjunto burgalés. Y uno de los equipos en los que han puesto sus ojos es la Cultural y Deportiva Leonesa, que hoy por hoy continúa en manos de Aspire.

La academia catarí lleva varias temporadas en busca de nuevos inversores que se sumen al proyecto y aunque han sonado diferentes nombres, como el del grupo Modelo, lo cierto es que hasta la fecha ninguno se ha decidido a subirse al barco finalmente. Pero el caso de los empresarios argentinos parece diferente. Ya se habrían producido contactos con la directiva culturalista —tal y como recogen varios medios de comunicación burgaleses— que incluso aventuran que los Caselli preteden hacerse, en un primer momento, con hasta el 50% de las acciones de la Cultural. Dentro de la entidad leonesa ni confirman ni desmienten pero sí admiten que están abiertos a la entrada de nuevos inversores siempre y cuando demuestren solvencia económica.

En su despedida del Burgos CF, Antonio Caselli ya adelantó que «estamos preparando el desembarco de nuestro proyecto en algún otro club de este hermoso país para llevarlo al éxito» y la Cultural es uno de los mejores colocados. Lo es por su estructura deportiva y también porque desde la llegada de Aspire las cuentas están saneadas.

La gestión de los argentinos dentro del Burgos arroja luces y sombras. En lo deportivo el éxito ha sido casi fulgurante. Tras dos años al frente, el esfuerzo por colocar al equipo dentro del fútbol profesional dio sus frutos hace apenas unos meses, cuando alcanzaron el ascenso a Segunda División después de una temporada sobresaliente. Pero la cara b de la moneda radica en los numerosos problemas que surgieron con los jugadores por impagos de nóminas. Conflicto que quedó resuelto antes de su salida.

Por su parte, la orden de Aspire es que se escuchen ofertas. Su deseo desde hace tiempo es el de desprenderse poco a poco de sus acciones en la Cultural (poseen el 99,7%) y el horizonte más allá del Mundial de Catar en 2022 es cuanto menos incierto. El presupuesto que destinan al equipo se reduce cada temporada desde que consumaron el descenso al fútbol de bronce y en la 2021-22 no será una excepción. De hecho, la cantidad que aportarán este curso se encuentra muy lejos de los cinco clubes más potentes que integran la nueva Primera RFEF. Los jugadores que están fichando son de perfil más bajo que años anteriores y la cantera tendrá más protagonismo para ahorrar costes.