Lucha leonesa | Liga de verano
Los corros vuelven a escena
Quintana de Rueda acogió la primera jornada de la Liga de Verano tras más de un año y medio sin lucha leonesa Una cita marcada por la seguridad sanitaria
Más de un año y medio después, la lucha leonesa volvió a la vida en Quintana de Rueda para alegría de aficionados y sobre todo de unos luchadores que, aunque lejos de su mejor forma, demostraron las ganas de regresar. Todo ello bajo un estricto control sanitario y con test de antígenos antes de comenzar los corros. Por cierto ninguno de los deportistas dio positivo.
Como es habitual, la categoría de ligeros abrió la Liga de Verano con la participación de once luchadores. En la primera de las semifinales fue David Riaño quien sorprendió a Jesús Martínez con dos caídas enteras mientras que en el otro cruce Víctor Llamazares siguió en su línea de siempre con caídas espectaculares —hay cosas que nunca cambian— ante un José Luis Ares que poco pudo hacer. Jesús Martínez resolvió el tercer puesto en menos de treinta segundos. Y en cuanto a la final, Llamazares no daría ninguna opción a un debutante como es David Riaño.
En la categoría de medios hubo un total de doce luchadores. En la primera de las semifinales Carlos Fernández perdió ante José Luis García, que ya en este primera jornada veraniega dejó patente que es uno de los fijos para alzarse con el triunfo final. Por su parte, en la segunda semifinal se podría hablar de duelo anticipado por el triunfo. Moisés Vega se vio las caras con Adrián el de la Sobarriba, que sorprendió a uno de los grandes favoritos logrando el pase a la final. Vega tuvo que conformarse con el tercer puesto en un duelo que resolvió sin más complicaciones.
Los cuatro ganadores
Y en la final, Adrián González se llevó el primer corro de la temporada ante un José Luis García que poco pudo hacer.
Semipesados
Los terceros en entrar en escena fueron los ocho luchadores que integraron la categoría de semipesados. Todos ellos, como no podía ser de otra manera, pasaron de forma directa a los cuartos de final.
El primer combate dejó una espectacular batalla entre Rubén Fierro y Tomás González, los dos llamados a ser un año más los gallitos de la categoría. La primera semifinal tuvo poca historia. Tomás González no dio tregua a Roberto Bulnes y en la otra Omar Liquete venció al joven Edgar Cuesta. Ya en la final Tomasín, que recibió media caída, se terminó llevando la victoria contra un combativo Liquete.
David Riaño y Víctor Llamazares. FERNANDO OTERO
Y finalmente, en la categoría de pesados —donde solo hubo seis luchadores— los enfrentamientos fueron más rápidos. Los hermanos Quiñones disputaron la primera de las semifinales con triunfo para Jesús, que volvía de una dura lesión, ganando a Álvaro. En la otra semifinal Víctor Javier le daría la vuelta a un combate que se le había complicado por momentos. Finalmente se impuso ante Pedro Alvarado.
El tercer puesto fue para Pedro, que se impuso al mayor de los Quiñones en un combate en el que ambos luchadores evidenciaron que andaban faltos de energía. En cuanto a la final, Jesús Quiñones regresó a los corros por la puerta grande ganando la final a Víctor en un corro marcado por la presencia de las mascarillas, no solo entre los aficionados reunidos en Quintana sino también entre los propios luchadores.
Una tarde de emociones encontradas donde tanto vencedores como vencidos disfrutaron con la vuelta de la lucha leonesa tras meses de parón.