Pesca
Sol, calor... y muchas truchas
Las dos últimas semanas de la temporada en los ríos no regulados apuntan en clave positiva para los pescadores Hasta mediados de octubre hay tiempo en los regulados
La temporada de pesca en los ríos no regulados por embalse de la provincia leonesa afronta su recta final. Y lo hace con perspectivas positivas en cuanto a las condiciones para los muchos aficionados que quieren aprovechar estas fechas para apurar lo que ha sido una notable temporada en este tipo de escenarios. Eso sí, aún tendrán tiempo de dar rienda suelta a su afición en los ríos regulados ya que en estos la campaña aún se extenderá hasta mediados de octubre.
Sol, calor y un buen número de truchas van a ser los ingredientes más relevantes a lo largo de las próximas jornadas, algo que sin duda convierte a este espacio de tiempo el idóneo para firmar jornadas en positivo. Y con más de una pieza que llevarse al zurrón.
Hay que hacer mención a que estos meses de la temporada de pesca han transcurrido en clave favorable. Con altibajos pero en cierta medida con sensaciones positivas para los cientos de amantes de la caña y sedal tanto leoneses como los que en las últimas semanas han llegado de otros puntos de la geografía nacional para aprovechar y disfrutar de un escenario que sin duda alguna puede ser considerado como de los más atractivos para la práctica de esta actividad, el río leonés. O mejor dicho en plural ya que los cientos de kilómetros de masas de agua existentes en la provincia son cada año reclamo para un buen número de pescadores, locales y foráneos.
Pesca a la leonesa
Respecto a las dos próximas semanas de la temporada, las últimas hasta que el 31 la actividad en los ríos no regulados baje el telón, estas se presentan más que favorables y en cierta medida en unas condiciones idóneas, también en los escenarios regulados. La pesca a la leonesa o a mosca seca tiene en esta fase de la campaña un protagonismo especial con numerosas y a veces enormes truchas que especialmente a las horas del mediodía suben a la superficie. Un momento idóneo para dar actividad a la caña y el sedal. Con paciencia y pericia se pueden contabilizar jornadas notables para una temporada que como se preveía ha mejorado a las precedentes (en el caso de la de 2020 no ha sido demasiado complicado ya que esa a causa de la pandemia y crisis sanitaria provocada por el covid empezaba con dos meses de retraso y con ciertas restricciones en materia de movilidad que condicionaron en gran medida su desarrollo).
Y como no podía ser de otra manera con la trucha como la estrella. Lo ha sido y será por mucho tiempo en los ríos de la provincia que en estos últimos años han visto aumentar su número y que si no ocurre nada extraño e inesperado seguirá siendo la tónica para los próximos ejercicios.
Otro aspecto a destacar a lo largo de estas últimas temporadas en el aumento de practicantes de la pesca sin muerte. La modalidad, con defensores y detractores, ha ido ganando terreno a lo largo de los últimos ejercicios y desde que hace unos años fue contando con regulación y practicantes, en este segundo caso pocos, ha ido aumentando de manera exponencial para convertirse también en una modalidad destacada y que incluso ha llevado a zonas de ríos en los que es la única posibilidad. Para todos los gustos y teniendo en cuenta que la provincia cuenta con cientos y cientos de kilómetros para que los pescadores, practicantes de una modalidad u otra, puedan hacerlo de manera amplia.