Eusebio Cáceres se queda a tres centímetros del bronce olímpico

El valenciano Cáceres rozó la medalla, pero un impresionante último salto del griego Tenteglou, que le valió el oro, le bajó del podio olímpico.

Durante unos minutos, los que fueron entre su salto y el de Miltiadis Tenteglou, Eusebio Cáceres estuvo ayer en el podio. En una de las finales de longitud más emocionantes de los últimos tiempos, el saltador de Onil enganchó un último salto de 8,18 metros que superaba al estadounidense Harrison y le colocaba tercero, todo un logro para un saltador siempre competitivo pese a una trayectoria marcada por los problemas físicos.

Quedaban Harrison, que falló, y el griego, que llevaba un concurso cruzado.

Pero a un saltador de su clase siempre hay que temerle, y por desgracia para Cáceres, Tentoglou recaudó un salto de oro. Se fue a 8,41, el mismo registro que tenía desde el inicio el cubano Echevarría, y se proclamó campeón olímpico por su segunda mejor marca. Cáceres, que se había ido a un rincón a esperar acontecimientos, asistió resignado a la explosión de júbilo del griego. Para él era el cuarto puesto, la clásica medalla de chocolate que, pese a todo, es un gran resultado para Cáceres, que estuvo ayer en su versión más competitiva.

La última ronda fue preciosa de ver para el aficionado, pero angustiosa para los competidores. A los rostros de tensión de la pareja cubana por no poder saltar por lesión se le añadía el del competidor de turno, sabiendo que enganchar el salto del día significaba un puesto en el podio. Lo tuvo el sueco Montler, que se fue lejísimos pero hizo nulo. Llegó el turno de Cáceres y el de Onil desplegó su clase con un fantástico 8,18 que le llevaba al podio. Quedaba Harrison, que falló. Y Tentoglou. Pero su salto resultó inalcanzable. Un 8,41 que llevaba el oro a Grecia. Echevarría, lesionado, lo intentó, pero no pudo. Besó el suelo y dio las gracias por la plata. Cáceres ni eso. Al menos pudo dar las gracias por un fantástico concurso que le llena de «motivación» de cara al futuro. «Salgo de aquí motivado para el día de mañana, pero no solo para los próximos Juegos, están los Mundiales, los Europeos...»

Se declaró optimista respecto a su participación en los Juegos de Tokio 2020. «Me voy contento y muy motivado, soy muy cabezón y tengo muchas ganas de que salga, sigo hambriento porque no me he comido nada», advirtió el alicantino tras la decepción de conseguir el indeseado cuarto puesto y quedarse fuera del podio. «En pista todos somos lo mismo y hay que saltar, el campeón del mundo se ha quedado fuera. Gana el que más salta», añadió Cáceres.