Messi dice adiós al Barcelona

Cataclismo en el fútbol español. Leo Messi abandona el Barça, tras toda una vida dedicada al club que apostó por él cuando solo era un niño. El mejor futbolista que ha servido a la entidad azulgrana abandona el Camp Nou cuando todo apuntaba a que su continuidad era un hecho. Joan Laporta no hacía más que decir que las negociaciones con el rosarino progresaban adecuadamente y la cúpula azulgrana tenía todo listo para anunciar a bombo y platillo la noticia que ansiaba su parroquia y por la que venía trabajando arduamente el mandatario desde que venció en las elecciones del pasado 7 de marzo a Víctor Font y Toni Freixa. Pero en el último momento todos esos esfuerzos han sido infructuosos porque las cuentas no salían. Simplemente no había forma de encajar el sueldo del argentino, aun rebajado a la mitad, dentro del límite salarial establecido por la Liga.

La noticia estallaba poco antes de las 20:00 horas de ayer jueves, cuando el Barça emitía un comunicado oficial en el que esgrimía ese argumento como causa de un adiós que ha provocado un auténtico tsunami. «A pesar de haberse llegado a un acuerdo entre el FC Barcelona y Leo Messi y con la clara intención de ambas partes de firmar un nuevo contrato en el día de hoy, no se podrá formalizar debido a obstáculos económicos y estructurales (normativa de LaLiga española)», precisa la nota. «Ante esta situación, Lionel Messi no continuará ligado al FC Barcelona. Las dos partes lamentan profundamente que finalmente no se puedan cumplir los deseos tanto del jugador como del club», explica el Barça.

Como no podía ser de otro modo, el club azulgrana rinde honor al séxtuple ganador del Balón de Oro, figura totémica que escribió multitud de páginas gloriosas vestido de blaugrana. «El Barça quiere agradecer de todo corazón la aportación del jugador al engrandecimiento de la institución y le desea lo mejor en su vida personal y profesional», subraya en un texto que, con todo, sorprende por su parquedad y frialdad. Laporta dará más explicaciones este viernes en una rueda de prensa convocada para las 11 horas.

La marcha de Messi es un golpe descomunal a LaLiga, que en tres años ha visto partir a los que fueron sus dos máximos emblemas y principales referentes del fútbol mundial durante más de una década: Cristiano Ronaldo y Messi. La salida de este último se produce, además, justo un día después del astronómico acuerdo de la patronal con el fondo de inversión norteamericano CVC que parecía allanar su continuidad ya que un 15% de los 261 millones de euros que corresponderían al Barça una vez aplicado ese acuerdo podría destinarlo Laporta a reforzar la plantilla, lo que incluía la inscripción del ‘10’ una vez que este, durante las intrincadas negociaciones desarrolladas en las últimas semanas, habría aceptado ganar la mitad de lo que venía percibiendo hasta el pasado 30 de junio, cuando venció su último contrato.

Para lograr su beneplácito a la oferta, el Barça le ofreció firmar hasta 2026, si bien de haberse materializado ese pacto lo más probable es que los tres últimos años los hubiese cumplido jugando en Estados Unidos, uno de sus sueños. Nada de eso será ya posible. Las cosas se torcieron definitivamente ayer, día en el que Jorge Messi, padre del astro, aterrizaba en El Prat para mantener una cumbre con Laporta. Pese a que el Barça asegura que la causa de la ruptura radica en las estrictas normas de LaLiga, lo cierto es que al atacante argentino no terminaba de convencerle el proyecto deportivo. Hace un año, hundido tras la debacle ante el Bayern en la Champions, ya quiso marcharse e informó de su decisión mediante un burofax. Pero el entonces presidente Josep Maria Bartomeu se negó a dejarle ir.

Su propósito era seguir ganando títulos y para ello necesitaba una plantilla acorde con su talento. Pero el Barça, sangrado por el dispendio de Bartomeu, se quedó sin margen de maniobra. Aunque Laporta reclutó al Kun Agüero, gran amigo de Messi, para allanar su continuidad, y fichó también a Eric García, Depay y Emerson, el ‘10’ no estaba conforme con el proyecto deportivo.

La pregunta ahora es cuál será su destino. Novias no le van a faltar, desde luego. Pese a sus 34 años, es un codiciado objeto de deseo. El City de Guardiola y el PSG de Neymar aparecen como principales favoritos para reclutar a Messi, que se marcha con un palmarés extraordinario: cuatro Champions, diez Ligas, siete Copas del Rey, tres Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa y ocho Supercopas de España. Un total de 35 títulos con la camiseta del Barcelona a los que añade esos seis Balones de Oro.