Olimpismo | Juegos de Tokio
Próximo objetivo: París 2024
España suma tres oros, ocho platas y seis bronces a su medallero y ya se enfoca en los Juegos de la capital francesa Iguala los metales conseguidos en Río de Janeiro 2016, aunque con cuatro preseas doradas menos
Acabados los Juegos de Tokio 2020, esos que un día estuvieron a punto de no celebrarse por culpa de la pandemia, puede verse el vaso medio lleno o medio vacío. Es cierto que España mantiene su cosecha de medallas —las mismas que en Río y solo una menos de las conseguidas en Londres 2012—, pero se ha quedado con solo tres oros, la peor cifra desde que se transformó el deporte en España coincidiendo con los Juegos de Barcelona.
Tan solo tres campeones olímpicos, lejos de los trece de la cita de 1992 y de los siete que hubo hace cinco años en Río, que han hecho descender a España en el medallero, donde ha ocupado la vigésimo segunda plaza final. Cifras que podrían haber aumentado de no haber sufrido las bajas inesperadas de Carolina Marín o Rafa Nadal antes de viajar, o las de Jon Rahm y Orlando Ortega ya a punto de comenzar su participación en el país nipón.
Sandra Sánchez, oro en kárate —en la modalidad de kata—, era uno de los metales más seguros y no falló la manchega. Primera campeona olímpica de un deporte que se estrenaba en Tokio y que no volverá al programa olímpico en París. La talaverana compitió en un deporte de origen japonés y ganó su medalla en el Nippon Budokan, el templo de las artes marciales. Un recuerdo inolvidable con regusto amargo por esa eliminación del kárate para París 2024, lo que dejará a la española con el honor de ser la única con un oro olímpico.
Alberto Ginés López, oro en escalada y campeón olímpico en una nueva disciplina El Comité Olímpico ha dado inicio en Tokio a varios de esos deportes de nuevo cuño que quiere ir introduciendo en los Juegos para atraer al público juvenil. Skate, surf, baloncesto 3X3... y escalada. Deporte, este último, en el que España ha demostrado que tiene capacidad para brillar también en estas modalidades nuevas. El extremeño Ginés López, de solo 18 años, se proclamó primer campeón olímpico y su logro ha enganchado ya a miles de jóvenes. Un ejemplo y un espejo donde mirarse para las nuevas generaciones de este deporte.
F. Gálvez y A. Fernández son oro en tiro olímpico. Al fin una alegría para el foso nacional. Llevaban muchos años detrás de este metal tanto Fátima Gálvez como Alberto Fernández. Al final lo han conseguido en la modalidad de equipos de foso olímpico, lo que lo hace más especial aún. Fue el primer oro de la delegación española y su ejemplo ejerció un efecto muy positivo en la villa, donde muchos otros atletas vieron en su logro una inspiración para afrontar sus competiciones. Tras años de alegrías en Mundiales, esta medalla corona una carrera magnífica de ambos y les carga de razones para pensar en positivo de cara a París 2024.
En cuanto a las preseas de plata han sido, nada más y nada menos, que ocho. Fue la benjamina de la delegación española en Tokio, Adriana Cerezo, la que abrió la veda. Con tan sólo 17 años consiguió subirse al podio olímpico tras lograr un segundo puesto en taekwondo, en la categoría de menos de 49 kilos. A la madrileña le siguió Maialen Chourraut con una espléndida medalla en el K1 de piragüismo slalon.
La tercera fue la de Ray Zapata en gimnasia suelo, que logró un hito que España no vivía desde los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 con el catalán Gervasio Deferr. Otro momento histórico de esta edición fue la plata de Teresa Portela, que después de disputar seis Olimpiadas consecutivas, consiguió el sueño de subirse al podio. A la gallega se sumaron la del karateca Quintero y las platas por equipos: la selección de fútbol masculina, la de waterpolo femenina y la del equipo de K4 masculino de piragüismo sprint.