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Fútbol | Mundial de Catar 2022

España se saca la espina ante Georgia

España 4 Georgia 0 La inclusión de Llorente como interior mejoró a la Roja, que disfrutó de un partido cómodo y resolvió en el primer tiempo con goles de los valencianos Gayà, Soler y Ferrán

La selección española se desquitó de la derrota frente a Suecia goleando a Georgia con tantos de Gayà, Soler, Ferrán y Sarabia. J. MARTÍN

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León

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Georgia es una selección del furgón de cola europeo, por más que Dani Olmo rescatase sobre la bocina a España en Tiflis, pero el fútbol es más sencillo (4-0) de lo que con frecuencia se creen los técnicos. La Roja se reencontró ante los exsoviéticos, colistas de grupo y recientemente derrotados en su feudo ante Kosovo, porque enseguida encarriló el triunfo, tuvo más acierto en la definición y el enemigo no opuso resistencia alguna.

Pero también porque Luis Enrique se dejó de inventos, de colocar a jugadores fuera de su sitió hasta tener ya el duelo resuelto y al fin situó a Marcos Llorente de interior derecho, donde ha crecido de forma exponencial con el Cholo Simeone, fue uno de los mejores de la pasada Liga y una figura clave en el Atlético campeón.

El madrileño, un portento físico, casi siempre hace la misma jugada, pero los adversarios no le pillan porque es veloz, potente y maneja muy bien los tiempos. No es un prodigio de técnica pero sí tiene el temple y la calidad suficientes para no rifarla cuando pisa la línea de fondo, levantar la cabeza y asistir a sus compañeros con los clásicos pases de la muerte. Toco, me muevo, me desmarco sin balón, rompo por banda, la pongo y el que llegue desde atrás remata. Tan viejo como el fútbol y tan eficiente como siempre. El toque está muy bien, defender con el balón es un signo de equipo grande, pero en este juego hay que profundizar.

A un paso de la manita
Sarabia volvió a marcar en el añadido pero el árbitro anuló el tanto por fuera de juego

Revolución, con cinco cambios respecto al equipo que naufragó en Solna. Y cuatro valencianos sobre el maravilloso césped del estadio pacense: Gayà, suplente habitual de Jordi Alba pero con un gran desempeño en la selección aunque acabó otra vez lesionado; Soler, que ha entrado con fuerza, desparpajo y dos dianas en dos partidos; Ferran, indiscutible para el técnico asturiano porque llega, pasa y tiene gol; y el ariete Abel Ruiz, la principal novedad en el equipo. En ausencia por lesión de Gerard Moreno, Lucho dejó en el banquillo a Morata y apostó por el ariete del Sporting de Braga, uno de los 16 debutantes con la absoluta en el trámite ante Lituania de Getafe previo a la Eurocopa.

Luis Enrique mantuvo a Eric García y Aymeric Laporte, los dos centrales que recibieron muchas críticas por su mal partido en Suecia, porque cree en ellos pero también quizá para no señalarlos más. Acertó con Gayá y también al situar a Rodri y Llorente en lugar de Busquets y Koke, lentos y fallones ante los nórdicos. Si el colchonero evidenció que es un desperdicio situarle como lateral, el mediocentro del City tocó y movió al equipo con suma facilidad. Ya es un jugadorazo pero le falta mirar más hacia adelante y no abusar tanto de los pases de seguridad.

Con esas trazas, el partido se puso enseguida a pedir de boca. Funcionaron muy bien las sociedades entre Llorente y Ferran por la derecha, y Soler, Sarabia y Gayà por la izquierda. Antes del cuarto de hora, España descerrajó con suerte a los georgianos en su primer disparo a puerta. Sarabia sacó mal un córner, pero un defensa despejó aún peor y el tiro de Gayà dejó al portero con el molde porque desvió Kashia. El segundo llegó por la derecha, una autopista toda la noche. Se internó Llorente y definió Soler, como en Solna al primer toque. Repetición de jugada para el tercero, pero esta vez con Llorente y Ferran como protagonistas. Incluso pudo llegarse al descanso con 4-0, pero a Gayà se le anuló un gol por fuera de juego previo.

Vista la enorme superioridad española y los regalos de los georgianos, incluido el protero Loria -no se entiende cómo no es titular el valencianista Mamardashvili- la segunda parte quedaba como un trámite. Bajó el ritmo España, probó Luis Enrique nuevas variantes, dio descansos y brindó minutos a tipos interesantes como Fornals, Brais y el debutante Robert Sánchez.

Los georgianos al fin se estiraron. Evidenciaron, de nuevo, que España sufre cada vez que le llegan. Unai Simón, como en la Eurocopa, también dejó patente que alterna errores técnicos de bulto con paradas extraordinarias. Puso el cuarto Sarabia, tras notable asistencia del jugador del West Ham, y no llegaron más porque la Roja ya jugaba al trantrán. Lo peor, la lesión de Gayà en el sóleo, aunque no parece de gravedad.