Fútbol | Camino al Mundial de Catar
El estilo Luis Enrique provoca que España sea frágil atrás
Kosovo genera apuros a Iñigo Martínez y Laporte con balones largos
Ya lo advertía Luis Enrique en el vídeo con el que desde los canales oficiales de la Federación Española de Fútbol se anunció la última convocatoria de la selección. No se fiaba un pelo el asturiano de esta siempre complicada ventana Fifa de septiembre, marcada por la falta de ritmo en el inicio de la temporada y concebida en muchos casos como un asunto engorroso más que con ilusión.
También avisaba el seleccionador en la previa del duelo ante Kosovo en Pristina sobre la dificultad de un compromiso que era una final para España. Sus temores se confirmaron en una noche que dejó un balance inmejorable, con tres puntos en el zurrón y la derrota de Suecia frente a Grecia en Atenas, que hace que sus pupilos vuelvan a depender solo de sí mismos para lograr el primer puesto de grupo y la clasificación para el Mundial de Catar. Sin embargo, minutos después del final de ambos partidos, el miedo seguía en el cuerpo del aficionado español.
Cada pérdida de balón de la Roja, cada mal pase, demasiados a tenor de la calidad del equipo, fueron un suplicio para una defensa adelantada, que porfiaba de manera estéril ante el poderío físico del delantero de la Lazio Muriqi. Fueron varias las situaciones de mano a mano ante Unai Simón, resueltas favorablemente con fuera de juego, parada de mérito del portero del Athletic o la falta de puntería de la vanguardia kosovar. Hasta siete remates del joven conjunto balcánico, tres de ellos a puerta. Demasiadas concesiones a una selección que ha mejorado pero todavía ocupa el puesto 115 en la última actualización del ranking Fifa, correspondiente al mes de agosto.