Fútbol | Liga de Campeones
Noche de frustración
De más a menos Los italianos pudieron golear en la primera parte pero no materializaron las numerosas ocasiones
Apagado por el Oporto, el Atlético de Madrid reinició su persecución de la Liga de Campeones con un empate escaso (0-0), frustrado y reducido siempre por la granítica estructura, la presión y el plan efectivo del conjunto portugués y al filo de la derrota en dos momentos claves, salvado por el poste y por el VAR.
El palo repelió lo que nadie habría más hubiera podido frenar en el comienzo de la segunda parte, con un centro-chut de Otavio, y la revisión del vídeo, ya en el 80, evidenció algo a lo que, a simple vista, no había atendido prácticamente nadie —sólo Giménez— cuando Taremi culminó con la mano el regalo de Lodi. Gol invalidado.
En toda la noche, el Atlético nunca fue el equipo que pretende, el que desprende su colección de nombres o su condición de actual campeón de la Liga. Ni en ataque ni en defensa. No jugó el partido que quería, peor que su adversario casi siempre, aturullado por el mérito del Oporto y advertido seriamente de la complejidad que le espera para avanzar a octavos. También compiten Liverpool y Milan.
Al filo de la derrota
En los dos peores momentos, el equipo de Simeone fue salvado por el poste y por el VAR
Simeone eligió a Joao Félix ante el Oporto. Ni a Griezmann ni a Correa. Una demostración de confianza en el atacante portugués. Un proyecto aún de figura al que se le presuponen muchas cosas. Tiene talento, fútbol, desborde... Pero a ratitos, aún sin constancia. Todavía no es decisivo como debe serlo. Lo parece. Y no lo es.
No le falta empeño al chico, lastrado por las molestias en el tobillo derecho que aplacaron su fenomenal puesta en escena de la pasada temporada. Operado el pasado julio, ya son historia. Ya está liberado para su anhelada eclosión definitiva, para elevarse a una altura que aún no ha tomado y que tampoco alcanzó. Hay un atenuante. No era nada sencillo con un adversario como el Oporto, con futbolistas mucho menos sonoros que otros tiempos, pero con estructura de equipo potente. Al final, 0-0.