La defensa lastra a la Cultural

Podrá ganar, podrá perder o incluso como en Badajoz, podrá empatar (3-3). Pero lo que está claro es que los partidos de la Cultural son un espectáculo en cuanto a entretenimiento, ocasiones, goles y puro fútbol. La Cultural se acabó llevando un punto valioso de un campo muy complicado como es el Nuevo Vivero después de noventa minutos de idas y venidas. El equipo leonés se puso tres veces por delante, pero tres veces equilibró el marcador un gallito como es el conjunto blanquinegro. Se puede ver el vaso medio lleno, ataque desatado y trece goles a favor, o medio vacío, con una defensa frágil que ha recibido otros trece. Cuestión de gustos. De salida, el Badajoz quiso pisar fuerte mientras la Cultural presentaba una línea de cemento armado en la medular, de hecho con Moreno echando una mano a los centrales en fases de cinco centrales. Pero tras un primer susto local en las botas de Benito, la primera vez que los leoneses atravesaron la línea medular, metieron el cuero en la jaula. Fue una falta lateral que puso Solís perfecta al corazón del área, donde Jorge Moreno metió la cabeza en la frontal de la chica para cabecear picado abajo, letal, imposible para Limones. Decorado a favor desde el primer suspiro.Pero con ese 0-1, la Cultu se metió mucho en su cueva, demasiado atrás y cediendo el balón y el partido a los locales. Las ocasiones comenzaron a rondar el marco de Edu Frías, con llegadas como un centro de Dani al que no llegaba Sergio Benito por centímetros. Tras una gran intervención del arquero leonés a un centro chut de Benito, polémica en una mano de Klinar que la televisión demostró ser dentro del área pero que el colegiado sacó fuera. La falta en la frontal la lanzó Aitor Pascual desviada por poco.El acoso local halló premio a la media hora, en una falta colgada al área que no llegó a conectar Pardo. El cuero botó y en el segundo palo era Gorka Pérez el que embocaba a bocajarro. Y en esa jugada, con el empate, se desató la locura en el Nuevo Vivero con una sucesión de golpes y golazos. Al uno a uno de los pacenses respondía Aarón con una gran jugada personal desbordando a su par con un centro raso que sacaba la zaga pacense con apuros. El despeje generaba una contra peligrosísima de Sergio Benito, jugada individual con chut raso y paradón de Frías. Pero en la siguiente acción de la Cultu, un fuera de banda pegado al banderín lo colgaba con su catapulta Cristian Galas y el cabezazo perfecto de Aarón Piñán suponía el uno a dos.Gran respuesta de la Cultu, pero no era menos buena la del Badajoz de nuevo por la diestra, con el omnipresente Dani Fernández poniendo un centro perfecto al área donde de nuevo el central Gorka cabeceaba a las mallas el dos a dos. Minuto cuarenta, de nuevo la locura en el campo del club blanquinegro. Pero como todavía le quedaban balas en la recámara al once de Ramón González, una pelota controlada un minuto después por Solís en la central la culminaba el excéltico con un disparo extraño, quizás rozó en un zaguero local, una semiparábola que se colaba por la escuadra de Limones. Un tramo final del primer periodo cuajado de espectáculo y de goles, con ese dos a tres con el que nadie podía pensar al inicio del encuentro en apenas una parte.Más tranquilo el arranque de la segunda, pero con una Cultural que ahora no se encerraba atrás sino que tocaba bien en la medular y pisaba campo adversario con solidez en su planteamiento. Buenacasa era expulsado por decir algo más allá de lo correcto mientras calentaba en la banda, y tras los primeros cambios en unos y otros, de nuevo el Badajoz se desmelenó en el ataque. Sergio Benito tenía la primera en un control y zapatazo a la media vuelta que se estrellaba en Galas con los locales pidiendo mano, y apenas dos minutos después llegaba el empate. Enésimo centro de Dani Fernández por la derecha y el remate de cabeza en el primer palo en un extrañísimo escorzo de Gorka Santamaría se colaba sorprendiendo a propios y extraños. Aarón Piñán, una verdadera delicia de futbolista, volvía a probar instantes después con un poderoso disparo desde fuera del área, obligando a intervenir con acierto a un seguro Limones en el blocaje. Las dos escuadras querían ganar y nadie se conformaba con el puntito, pero al final ninguna consiguió su objetivo de desnivelar la balanza.