El duro debate del retiro

El llanto de la tenista española Arantxa Sánchez durante su contundente derrota en la final de la Copa Fed intensifica el debate acerca de su retiro, al tiempo que instala la certeza de que no hay jugadoras de nivel para suceder a la ex número uno del mundo. La anécdota estuvo cargada de simbolismo: Sánchez perdía 6-0 y 2-0 ante Janette Husarova en el cuarto punto de la final que España disputaba ante Eslovaquia en Gran Canaria. Desde la tribuna se escuchó con claridad el descontento de un espectador: «Si no estás en condiciones de jugar, deja a las canarias». «No estás ni para jugar a la canasta», agregó un segundo después el aficionado, desatando el llanto de Arantxa en plena pista. Ramón Aranda, capitán de corbeta retirado, siente a sus 74 años que hizo lo correcto. «No la insulté, dije lo que pensaba mucha gente, y ella hizo comicidad con el llanto y me echó el público encima», alega el espectador, que viaja todos los años a Roland Garros para seguir a los jugadores españoles. Con el tándem Sánchez-Conchita España disputó diez finales de la Copa Fed, ganando cinco. Martínez luchó el domingo durante más de tres horas antes de caer ante Daniela Hantuchova, número ocho del mundo. Tras el impacto de ver llorar a la deportista española más grande de todos los tiempos, el debate sobre Sánchez se instaló entre la prensa especializada: ¿Debe seguir o debe retirarse? El final está más cerca La propia Sánchez sabe que el final del camino está muy cerca, bastante más de lo que ella querría. Hace dos meses, tras caer en la primera ronda del Abierto de Estados Unidos por 6-3 y 6-1 ante la número 231 del ranking, lo admitió por primera vez. Figura de primera línea del tenis mundial durante buena parte de sus 17 años de carrera, la española logró mucho más de lo que se esperaba de ella cuando comenzó a recorrer el circuito como la menor de la saga Sánchez Vicario. Pero todo eso es pasado. Sánchez deambula como un fantasma por el circuito y ninguna jugadora se vislumbra para sucederla. Ya es la número 54 del mundo, su peor ranking en 15 años. ¿Hasta cuándo? Sólo ella lo sabe.