PRIMERA DIVISIÓN
El Barça salva los muebles de penalti
El Barça sufrió lo indecible para llevarse los tres puntos ante el Villarreal. Los azulgrana estuvieron negados en todas las facetas del juego. En parte, porque Van Gaal creyó tener un equipo de tercera colocando en el Camp Nou
Mendieta, a la izquierda, trata de interceptar el remate de un jugador del equipo levantino
Van Gaal sacó nuevamente su libreta. Inventó sistema. Con la ausencia del defenestrado Saviola, el Barça probaba con una línea defensiva de cuatro. Xavi y Cocu eran los aparentes cerebros del equipo. Mendieta y Motta en las bandas. Riquelme intentaba dirigir la orquesta y Kluivert dar en la diana. Ante la llegada del Villarreal era el conjunto azulgrana el que variaba la táctica. Lo nunca visto. Van Gaal obviaba la categoría de su equipo y pasaba a un segundo plano. El Villarreal, con muy poca valentía ofensiva, controlaba el partido. Riquelme estaba abandonado a su suerte. Con Kluivert en el islote ofensivo, el argentino no tenía jugadores a quien brindar sus mágicas asistencias. Nada de nada. Ni penalti, ni gol. Mucho, mucho aburrimiento. El descanso no hizo efecto. La renovación debía esperar. Quizá el técnico holandés quería aburrir al adversario para después asestarle el golpe definitivo. Saviola y Overmars calentaban. El Barça deambulada. El Villarreal le secundaba. Puentes Leira quiso animar al personal. Expulsó a Unai por doble amonestación, la segunda injusta tras una inexistente falta a Kluivert. Fruto de este libre directo Xavi estrelló el esférico en el larguero. La expulsión trastocó los planes. Vista la superioridad numérica, Van Gaal se acordó de Saviola. Los azulgrana incrementaban su nivel atacante. Masificación central y escasa actividad por las bandas. En una de esas, Kluivert inventó un pase y Saviola cayó. Arruabarena le había cogido de la camiseta dentro del área. Leve pero suficiente para Puentes Leira. Riquelme transformó la pena máxima con su habitual clase.