Roland Garros ya no será lo mismo sin Arantxa Sánchez Vicario

Arantxa se retira con un palmarés de 29 títulos individuales, entre ellos cuatro del Grand Slam (tres Roland Garros y un Open de Estados Unidos), y con cuatro medallas olímpicas, dos de plata y dos de bronce, aunque no pudo cumplir su último objetivo, que era conquistar para España el sexto título de la Copa Federación. La catalana sufrió una lesión en Maspalomas durante las semifinales contra Austria que le obligaron a perderse el doble de semifinales y la primera jornada de la final, además de jugar mermada el segundo día en el que se decidió el título a favor de Eslovaquia y en el que Arantxa afrontó su último encuentro como profesional. «No ha sido una decisión fácil, pero entiendo que ha llegado el momento de decir adiós», reconoció Arantxa con tono emocionado durante una rueda de prensa en la tuvo palabras de agradecimiento para su familia -«Siempre me ha apoyado de una forma incondicional», dijo-, los amigos, y los medios de comunicación. Jugadora respetada «Me han respetado, lo mismo que las lesiones», aseguró la tenista catalana, a pesar de que la lesión sufrida en Maspalomas le ha impedido disputar también en Los Ángeles el Masters femenino de dobles y el Master Nacional que se celebrará la próxima semana en su ciudad natal, Barcelona. «Últimamente se sentía mal», reconoció la madre de la ya ex tenista, Marisa Vicario, en referencia a una Arantxa al que le pesa la edad y que en los últimos días ha sido objeto de críticas, aunque ella ha estado también muy preocupada por recuperarse de su lesión. «El tenis me ha dado mucho, lo que jamás había soñado. He vivido y disfrutado de grandes momentos en este deporte», resaltó la ex número uno del mundo, que recordó «los éxitos de tres Roland Garros, un Open USA, cinco Copas Federaciones o cuatro medallas olímpicas», aunque aseguró que el premio que más valora es el Príncipe de Asturias, «por su sentido deportivo y humano». Sí se lamentó sin embargo de no haber conseguido ser la abanderada de España en los Juegos Olímpicos, a pesar de participar en cuatro consecutivos, de Seúl-88 a Sidney-2000. «Creo que lo he hecho todo, y mi vida no la cambiaría por nada del mundo, aunque creo que me habría faltado abanderar a mi país en unos Juegos Olímpicos», admitió la jugadora barcelonesa, que abandona las canchas pero continuará vinculada al mundo del deporte. Respecto a la posibilidad de convertirse en futura capitana del equipo de la Copa Federación, tras el ofrecimiento del presidente de la Federación Española de Tenis, Agustí Pujol, Arantxa quiso mostrar su cautela. «Lo que vaya a hacer ahora o después ya lo decidiré más adelante. Ahora quiero disfrutar de la vida, estar tranquila y tener mi vida propia. Es muy temprano todavía», respondió cuando se le preguntó por la oferta de Pujol, agradeciendo los deseos del presidente de que la catalana capitanee a España, «cuando ella lo crea conveniente». «Hasta hoy toda mi vida ha sido el tenis y eso representa un gran esfuerzo y plena dedicación, y he sido una privilegiada en todos los sentidos, pero considero que ya me toca pensar en mí como persona», aseguró Arantxa, que desmintió que el incidente de Maspalomas durante su último encuentro haya precipitado su despedida. El último partido «No tiene nada que ver lo que ocurrió en Maspalomas. En mi carrera ha habido momentos que también me dijeron cosas, aunque aquel partido era especial porque sabía que era el último de la Copa Federación. No es una decisión que haya tomado ahora, porque llevaba tiempo meditándola, y ya había llegado el momento», reiteró Arantxa, que también fue objeto de críticas hace años por trasladar su residencia fiscal a Andorra. Su vida personal sufrió un giro brusco cuando se separó del periodista Joan Vehils en mayo de 2001 después de sólo diez meses de matrimonio, y ello también marcó su trayectoria deportiva.