BALONCESTO
Y también capaces de lograr lo más exquisito
León pasó con sobresaliente la prueba de fuego de su segundo proyecto deportivo de la temporada. La victoria ante Bilbao supuso también una transformación total en el juego del equipo.
Después de la balsámica victoria ante el Rosalía, León tenía fundadas esperanzas de despegar y La Casilla era un test para calibrar sus posibilidades. Y pasó la prueba ante el equipo revelación de la temporada. León ofreció un partido serio, equilibrado y lleno de madurez en el que se mostró demoledor en ataque frente a un rival desacertado en fases decisivas del partido. León logró su cuarta victoria, y la de más prestigio. Además en una cancha imbatida desde hace año y medio. El partido mantuvo un ritmo muy igualado en la primera parte. Parecía que Bilbao llevaba la iniciativa, pero León no se asustó, y jugaba con intensidad sin cometer errores. Con la salida del debutante Higgins, Bilbao añadió consistencia debajo de canasta y equilibró su juego. En el segundo cuarto se mantuvo la tónica de igualdad, con un Bilbao irregular que, sin embargo, fue cediendo ante un León pujante que tenía en Brown a su estilete, y a Larragán impecable en la dirección. En la reanudación, el partido se rompió a favor del León. Una técnica a Salgado desconcertó al equipo local. La mala selección de tiro del Bilbao favoreció a un León más certero. Las rotaciones de Salvo eran efectivas y especialmente la de Evans, que aportó muchas cosas. García asumía el rol interior y León desquiciaba a su rival. Presionó el Bilbao a toda cancha, pero no pudo disminuir la renta de León. A falta de cuatro minutos, una técnica a un ayudante de Txus Vidaorreta encrespó al público y fue el final de Bilbao.