La victoria a domicilio por la mínima frente al Celta B permite a los leoneses escalar posiciones
La Cultural se aparta del barro
La Cultural superó al filial celtiña, demostrando ser mejor equipo tanto a nivel colectivo como individual. Sobre un encharcado césped de Barreiro,
La meteorología pronosticaba un partido bronco y de poco juego, pero la buena fe de los contendientes y la calidad de la Cultural, sobre todo en la primera parte, impidió que se cumpliesen estas dos previsiones. De salida, el filial vigués intentó hacerse con el balón a base de empuje, más que de calidad. Su extraño dibujo táctico, con toda la banda izquierda para su lateral Israel, no funcionaba en ataque y apenas traía beneficios en defensa, debido a la mejor movilidad de balón de los leoneses. La portería viguesa corrió peligro ya desde los primeros instantes. Poco a poco, el balón se fue acercando hacia el área local, pues los visitantes tenían mejor criterio en la circulación. Así, la Cultural se hizo con el mando y adelantó su línea defensiva para reducir al máximo el espacio libre en el ataque vigués. La adaptación de los de Álvarez Tomé a la estrechez del campo fue muy buena. Villafañe y Rubén Vega dominaban las bandas y rompían los esquemas defensivos gallegos con frecuencia. Sin embargo, la presión celtiña permitió que el partido se equilibrara y los de Milo Abilleira comenzaron a pisar el área visitante, eso sí, sin crear peligro. Justo cuando parecía desperezarse el Celta B, llegó el tanto visitante. Vega recibió el balón en la banda izquierda, se apoyó en Mario para superar en velocidad a Luciano y sacó un gran centro desde la línea de fondo, que Villafañe supo cruzar con la cabeza desde el segundo palo hasta las mallas. El filial céltico no reaccionó al tanto y la Cultural asumió el mando claramente. Pudo irse el once leonés con mayor ventaja al descanso, si sus delanteros hubieran acertado en el remate. Tras el paso por los vestuarios, los locales recuperaron cierto equilibrio, con un 4-4-2 más claro, y el renacimiento de la banda izquierda, en la que se situó el diestro Nacho, quien pudo marcar el empate en el minuto 48, al cabecear un centro de Cristóbal desde la derecha. El empeño del Celta B, más que su buen juego, unido a la conservadora disposición de un equipo leonés, permitió a los celestes recuperar el balón e intentar alguna acción ofensiva que les acercase a las inmediaciones de Rubio. La Cultural demostró entonces que también sabe defender y abortó cualquier peligro en los balones colgados al área por los jugadores del filial. El antídoto de Álvarez Tomé ante este agobio relativo fue retirar del campo a un lesionado Vega y dar entrada a Pablo para reforzar la defensa. La contienda no varió apenas en su tramo final y sólo algún disparo lejano y frecuentes barullos dentro del área crearon la incertidumbre en el área foránea sin que alteraran el marcador.