La Bañeza también sabe sufrir

La cuarta entrega de la temporada ante un vecino se saldó para los bañezanos de la mejor manera posible. Pero esta vez toco sufrir. El derbi entre La Bañeza y el Promesas, dos equipos en un excelente momento de forma, se presumía intenso y los pronósticos no fallaron. A pesar de juego poco brillante que presidió gran parte del choque, ambo contendientes se emplearon a fondo en busca de tres puntos que al final se quedaron en casa, situación que viene repitiéndose a lo largo de toda la temporada. Precisamente fue La Bañeza la que llevó la manija del choque en los compases iniciales. Bien pertrechada, la formación de Luis Carnicero pronto dejó constancia de sus pretensiones. A los 21 minutos Alfredo dispuso de la primera opción para desnivelar la contienda, pero David, muy seguro bajo los palos, atajó su disparo en dos tiempos. El Promesas, por su parte, apenas inquietaba los dominios de Javi. Eso sí, tampoco daba la espalda al partido. Y en ese pulso de intenciones Dani, a falta de cuatro minutos para el descanso, enviaba fuera el balón a puerta vacía. Antes del descanso los morados incluso dispusieron de dos nuevas opciones para romper el empate inicial, pero tanto Pedrosa en una jugada personal como Alfredo bajo los palos, enviaron el esférico desviado. Tres dianas en la reanudación Con el marcador inmaculado para unos y otros se llegó al descanso. Y después, nuevo pulso entre La Bañeza y el Promesas que a los cuatro minutos de la reanudación encontró premio para los morados al culminar Alfredo una perfecta combinación entre Pedrosa, Dani y este último. Con el marcador a favor el choque cobraba una nueva dimensión. Y en eso, Pablo recibía la segunda tarjeta amarilla y dejaba a los de José Díez en inferioridad numérica para el resto del choque. Lejos de resultar negativa para los ponferradinos, esta circunstancia sirvió de acicate hasta el punto de pasar a dominar el choque. Las primeras ocasiones de peligro ante el marco de Javi no tardaron en llegar y en la segunda, Alberto aprovechó un rechace del poste a lanzamiento de Cotarelo para establecer la igualada en el marcador. Transcurría el minuto 66 y aún quedaba tiempo para muchas cosas. El partido estaba ya roto y, una vez que La Bañeza superó el mazazo del gol, el choque pasó a convertirse en una puja de intenciones en la que ninguno de los dos contendientes logró llevarse el gato al agua. Las ocasiones ante el marco rival eran nulas por uno y otro bando, en cierta medida porqué la guerra se había trasladado al centro del campo y en ella no existía ni vencedor ni vencido. Precisamente a falta de siete minutos Eduardo dispuso de una opción para voltear el marcador, aunque Javi, atentó, logró rechazar con acierto. Cinco minutos después Pedrosa tuvo en sus botas la puntilla pero el lanzamiento se fue ligeramente desviado. El partido parecía abocado al empate pero en esas una jugada de ataque de los locales acabó en gol. Fue Rodolfo, que quince minuto antes había sustituido a Alfredo, el encargado de otorgar a La Bañeza un nuevo triunfo, el noveno de doce jornadas, y con ello apuntalar el liderato ante un adversario que también se entregó al máximo para salir airoso del envite, pero que se encontró con un rival hermanado con el triunfo.