El filial vuelve a su naturaleza

La Gimnástica Segoviana, que llegaba con el papel de equipo llamado al ascenso, claudicó ayer ante el orden y el partido con escasas fisuras que desarrolló la Cultural B. Este filial engaña por momentos y, caso del día del Béjar, se disfraza de equipo vulgar y rácano. Pero cuando los chavales devuelven la naturaleza de equipo nodriza, de escuela de fubolístas con ganas de serlo, el conjunto culturalista se transmuta y ofrece partidos en los cuales se puede ver su verdadero calado. Los culturalistas prescindieron de todo repertorio circense y se aplicaron en la disciplina de su sistema, que gracias al esfuerzo de todos maniató la creatividad del 3-4-3 segoviano. Joaquín dio dos pasos atrás y efectuó la labor ingrata de tapar los movimientos de Roberto entre líneas. Obstruido el cerebro castellano, los leoneses pisaron firme y se hicieron con el dominio del encuentro, aunque sin llegar con claridad. Tuvo que ser Diego, el delantero natural que tiene este equipo y que el técnico se ha cansado de buscar, quien aupara al filial en el marcador gracias a un remate de puro hombre de área. Un salto, tres tiempos: 1-0. La Gimnástica siguió fiel a su ideario y no avanzó pieza hasta el segundo periodo. Roberto empezó a encontrar espacios y a Joaquín le tocó redoblar esfuerzos. Con esto, se acabó el peligro. A quince minutos del final, el colegiado perdió el norte y enrareció el partido con tres expulsiones casi consecutivas: dos para la Cultural B y una para la Segoviana. Ángel se ancargó de trazar un espacio que antes sólo había en su cabeza y Dani invitó a Tyrone al segundo tanto. Otro grande en cartera. Ahora toca acabar con la esquizofrénia.