Diario de León

BALONMANO

Apasionante victoria del Ademar León frente al Thun en Suiza

Ademar León también ganó el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa de Europa de Campeones de Copa. La escuadra leonesa levantó en los dos últimos minutos de partido una de las diferencias más amplias que había baraj

Publicado por
Miguel Ángel Zamora Enviado especial de THUN.
León

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Ademar está ya en octavos de final de la Recopa. No es noticia. Deja un poso mucho más novedoso conocer que el bloque leonés tiene un potencial por explotar en las defensas 5-1 que, pendiente de más concreción, ayer ofreció las primeras valoraciones. Al técnico le gustó el tono de la nueva disposición defensiva (desde fuera no se vio una lectura tan optimista, si bien es cierto que hay tiempo de ajustar) y quizá de no mediar la inspiración de Kasper el balance en ese apartado bien pudiera haber sido otro. Pero con todo, León dio una nueva lección de profesionalidad y entrega por encima de los marcadores, y acertó a levantar en los dos minutos y medio finales una de las máxima diferencias (26-23) con las que lidió a lo largo del choque. El campeón de Copa español apostó por el balonmano antes que por el atletismo para ganar el partido, y con un sentido equilibrado de la velocidad, no tan superlativo como el del choque de ida, Cadenas dejó en manos de Julio Muñoz la dirección del siete inicial. Le rodeó con Kjelling y Metlicic en primera línea, hizo renovación absoluta de extremos (Cartón y Espigol) y premió con la titularidad de Colón el buen momento de trabajo por el que pasa. Wacker Thun acudió a su esquema tradicional y no escatimó energías a la hora de correr. Sólo seis minutos A resultas del mapa que dibujaba el panorama en los primeros compases, apenas seis minutos bastaron al técnico de Valdevimbre para cambiar de inquilino al avanzado de su defensa, y en el siguiente suspiro, al central. Con Espigol por delante en 5-1 y Raúl Entrerríos creando el juego leonés, el poder de convicción del ataque marista se estrelló contra la inspiración inicial de Lee, que en nueve minutos escasos, llevaba el doble de paradas que de goles encajados. Tres... Así que en el turno de rotaciones, más por aspectos defensivos que por historias de ataque, Beláustegui tomó el lugar de Metlicic y Héctor el de Colón, para ver si la dinámica del partido cambiaba un poco. En el cambio de goles, Wacker se iba moviendo en un par de dianas de ventaja escasas, con un arbitraje desconcertante en los dos lados de la cancha, para desesperación de Cadenas: «¿Is this handball?» recriminó el técnico a la pareja eslovaca, a la vista de los desmanes constantes en cancha. La segunda exclusión de Hector y el retorno de Raúl Entrerríos al avanzado, coincidieron en el tiempo. De aquella, los suizos seguían empeñados en meterle velocidad al partido. Ademar no, y siempre pertrechado en las excelencias de Kasper bajo el marco, el primer tiempo agotó su recorrido con un tanteador bajo (11-11) y Beláustegui decidido a volver loco a Lee (4 goles). Última oportunidad Al regreso a cancha, Julio Muñoz desperidició la última oportunidad que le concedió el envite. Cambió de zona (lateral izquierdo) pero no de acierto en la evolución. Belaustegui leyó mejor el nuevo decorado y se hinchó a meter balones al pivote y hasta los suizos hicieron sus primeros pinitos puntuales también en 5-1. Al choque se le puso cara rara entonces. Las dos escuadras se dedicaron a cambiar los goles a pares (21-20) sin resolución. Sonó el «Alleluyah» en megafonía y a Héctor le cayó la tercera exclusión. Premonitorio. Con 24-21 y 26-23, el partido entró en la dinámica que soñaba el equipo de Thun, la que le pudiera dar por lo menos la honra del triunfo. Confluyeron en los dos minutos y medio del final dos factores decisivos, y el cuento terminó con fin distinto. De una parte, la manida debilidad mental que ya acusaron los suizo en la ida, creó problemas de confianza en el triunfo también en la vuelta, y vinieron los errores. De otra, el sector más optimista de la escuadra helvética dio por hecho el trabajo de antemano, y se dejó llevar. Y para rematar, fiel a su estilo de juego, Wacker se negó a jugar con el reloj y decidió seguir metiendo quinta aún en esas circunstancias. Craso error. León recuperó dos balones, la puntería tampoco sobró en las acciones decisivas, y al contragolpe, Ademar dio la vuelta al partido, y ganó también en Suiza.

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