Diario de León

YERAY LAMARIANO PORTERO DEL ADEMAR LEÓN BALONMANO

«No sé por qué la afición me quiere tanto»

Se le suponía una participación casi testimonial en el equipo cuando fue fichado a finales de la temporada pasada. Las lesiones y otras circunstancias le han otorgado un papel de especial releva

Publicado por
Miguel Ángel Zamora Enviado especial de THUN.
León

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-Hasta hace poco jugaba con el equipo nacional júnior como logro máximo, y ahora ya camina por Europa. ¿Que le parece todo esto? -Es como un sueño hecho realidad. Estos partidos antes los veía en la tele, y ahora estoy en ellos, aunque no juegue mucho. Todavía no estoy para jugar veinte minutos por partido, eso está claro, pero poco a poco voy cogiendo confianza. -¿Cómo fuero sus inicios en el balonmano? -Empecé jugando con nueve años, haciendo baloncesto y fútbol. Tuve que dejarlo porque jugábamos en campos de tierra, y en un partido me hice una herida muy grande en la rodilla, y tuve que dejar de jugar al fútbol y me metí en el equipo de balonmano del colegio, que me cogieron para empezar de lateral, por la altura, pero un día en un entrenamiento, me puse a los penaltis, y el entrenador vio que me tiraba a por todas, que iba así un poco lanzado, y hasta hoy... -Antes de llegar al Ademar se comentó que había tenido equipos interesantes tras sus pasos. ¿Qué hubo de todo aquello? -Se habló de muchos equipos, pero solamente hubo dos interesados de verdad, el Bidasoa y el Ademar. También hubo algo de Ciudad Real, pero eso fue una cosa un poco rara, y los dos que de verdad estuvieron interesados en mí fueron Irún y León. -Y teniendo un equipo al lado de casa ¿por qué decide irse tan lejos? -Bidasoa me quería de cuarto portero, y eso es casi lo mismo que no tener ninguna oportunidad, y aunque en León se suponía que de tercero tampoco lo iba a tener fácil, después han ido pasando cosas, y ya ves...Tuve que pensarlo mucho, la verdad es que no fue fácil tomar esa determinación. Sin arrepentimientos -Y ahora, en lo que menos pensará es en arrepentirse de haber adoptado aquella determinación ¿no? -Por supuesto. Después del día del Valencia, viendo aquel ambiente con los penaltis y cómo han sido las cosas, la verdad es que todo lo que haya que trabajar y que sufrir, merece la pena. Mi madre vino a verlo, y acabó llorando. -¿Y por qué le habrá tomado tanto cariño la gente en León? -No lo sé, la verdad es que no lo entiendo, y lo digo en serio, porque si hubiera salido en un partido y hubiera hecho el 50% de paradas pensaría que es por algún motivo, pero ver la respuesta de la gente... no me entra en la cabeza, pero lo agradezco. -Tiene que ser una sensación increíble... -De verdad que sí. Estimula muchísimo, quieres salir a comerte el balón, y pararlo todo, y ayuda un montón. -¿Cómo fue la primera vez que apareció en pista en el Palacio? -Fue el día del Valladolid. Al principio el calentamiento fue normal, pero luego cuando empieza a entrar la gente y ves eso... Encima aquel día era derby regional, y con todo lo que significa, es mucho. Pero me impresionó más la Supercopa, y ver lo de la Plaza de Toros, y eso que no estaba en el banquillo, que estaba detrás. Ver tanta gente, lo comentaba con Perales que estaba conmigo, y los dos estábamos igual. -¿Cadenas es tan duro como dicen? -Es exigente, sabe lo que hay que hacer para sacar lo mejor de cada uno y para que todos demos el máximo. A veces se hace difícil, pero tiene que ser así. -¿Y con Kasper? -Siempre me dice que sea yo mismo, que no me preocupe de nada más, y me corrige las cosas de vez en cuando, y me encanta que hagan eso conmigo, porque te ayuda a progresar. -De Armand Torrego ¿qué decimos? -La verdad es que al principio era con quien más estaba pero ahora con la lesión, ya no tenemos tanto contacto, porque él tiene que estar en pesas y yo en pista. Me ayudó mucho en cosas como ganar tranquilidad, y mentalizarme y motivarme pensando en mi familia. -Participar en partidos en Europa, de todas formas, no es nuevo para usted ¿no? -Hemos jugado pre-europeos en la selección júnior, pero eso de salir a una cancha europea a jugar partidos, es muy fuerte. La obligación no es la misma con tu club que en la Selección, aunque de todas formas, este partido de Suiza se suponía que era fácil, pero teniendo a Cadenas ahí detrás, no hay nada fácil. -Titular con el filial, suplente en el primer equipo. ¿Qué particularidad tiene cada situación? -De primer portero tienes más presión pero se aprende más en el primer equipo, porque aunque no estés jugando, aprendes mucho de lo que ves. -¿Ídolos? Todo el mundo los tiene... -Admiro al Svensson de la época de Bidasoa y de las cinco Ligas del Barça, y luego Barrufet, por la estampa que tiene que tiene comida la moral a jugadores como Kretzschmar y Norklitt, que lo está haciendo bien. Eso por no hablar de los nuestros, Kasper o Armand, que me encantan. -Dicen que lleva una vida ajetreada y que además lo celebra. -Me levanto pronto, voy a clase, entreno con el filial, luego con el primer equipo, luego hay que estudiar, y la verdad es que no paro, pero no importa. ¿Metas? No quiero fijarme ninguna. Crecer como jugador y ver si podemos ganar la Liga o la Recopa.

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