La Cultural busca entre los recursos de su pizarra

Recorridas doce estaciones del viacrucis que debe llevar a la Cultura hasta la fase de ascenso a Segunda División, el equipo leonés sigue sin encontrar un esquema definido sobre el cual estabilizar su juego. En los albores de la pretemporada, Álvarez Tomé pareció postularse con decisión por la tradicional idea del 4-4-2 como norma básica. En este esquema, las bandas ganaban en recorrido y la presencia en la parte delantera era mucho mayor. Redondo y Raúl Ibáñez entraron con firmeza en las alineaciones, pero perdieron puntos con el paso de los partidos, por lo cual se tuvo que recurrir a Irazusta, desdeñado al inicio. A la vista de que con tal organización de espacios el conjunto leonés carecía de llegada, al técnico se le ocurrió que la salida era retrasar una de las puntas y plantear una línea de tres resguardada por dos medios centros. Tampoco de esta manera se lograron más que resultados parciales. En un último arranque por ganar llegada, el entrenador leonés se entregó al 3-4-3 coincidiendo con la visita del Lugo, último clasificado del grupo. Pese a que en esta ocasión se ganó co holgura (4-0), Álvarez Tomé tampoco quedó satisfecho, debido a la abundancia de desajustes, y retornó al compacto sistema de dos pivotes en el centro del campo y una línea de tres, por delante de la cual hacía de referencia Rubén Vega. El partidillo de la tarde de hoy, a partir de las 17.30 horas en el Nuevo Estadio (si las inclemencias del tiempo no trasladan el entrenamiento al Área Deportiva) aclarará un poco las cosas.