El Barça no se apiada del Ademar

Un suplicio. Eso es lo que supone enfrentarse al Barcelona cada temporada (41-26) y más aún cuando tu estado de ánimo se encuentra por los suelos. El Abanca Ademar necesita el parón invernal como agua de mayo para reiniciarse e intentar salir del coma porque la realidad —la triste realidad— es que concluye la primera vuelta de la Liga a solo un punto de los puestos de descenso —en puestos de promoción de descenso—, con diez derrotas y solo cinco victorias.

El trámite frente a los catalanes resultó frustrante porque este Ademar no está ahora mismo para plantarle cara a casi nadie y menos al todopoderoso conjunto de Ortega, que no tuvo piedad. Olió la sangre y entró a la yugular. Nada se pareció lo de ayer al prometedor debut de los leoneses en la Supercopa de España. De aquel ilusionante duelo no queda ya nada. Ya a los cinco minutos Cindric había dejado claro que iban a hacer leña del árbol caído con dos goles marca de la casa desde los ocho metros (4-1).

Como viene siendo habitual, Cadenas paró el choque a los 3 minutos de iniciarse para recolocar a los suyos pero de poco sirvió. El conjunto leonés estuvo desbordado, cabizbajo y por momentos muy perdido. En el 15 las diferencias eran abismales con un 11-4 que dejó patente, una vez más, la debilidad defensiva de los ayer visitantes. Y cuando además tampoco te salen las cosas a nivel goleador la tortura se multiplica. Ángel Fernández fue un tormento desde el extremo, casi tanto como Maciel bajo los palos. 21-11 al descanso y 30 minutos más de pesadilla por delante.

Milosavljevic rompía al fin esa pésima racha en ataque logrando el quinto gol visitante, pero el Barça iba a lo suyo, rotando, corriendo, mandando (13-5). Bomastar estaba ahora bajo palos y sacó alguna gran parada, pero la ventaja local no paraba de crecer, si bien Semedo dejaba un par de misiles marca de la casa en ataque. Enfrente, su colega Melvyn Richardson también dejaba algunos goles para la videoteca, puro crack y cuestión de genes. Las pulsaciones del partido bajaron en los minutos finales del primer periodo con chispazos como un gran gol del joven Antonio Martínez en el extremo o un fenomenal robo de Santista con diana en la contra (17-10).

La segunda parte fue más de lo mismo, con demasiados jugadores del Ademar haciendo la guerra por su cuenta. Mal Semedo y bastante irregular Virbauskas.

Hubo aún así algunos datos para la esperanza leonesa. Kim se atrevió al fin a lanzar a portería con buenos números. El coreano debe quitarse ya los miedos y asumir más responsabilidad. Mejoró también Bomastar en portería, evitando una goleada aún mayor; hubo buenos minutos de Lodos y Casqueiro.

Restaban veinte minutos y Ademar ya solo pedía que pasaran rápido, trece abajo. Gonzalo en una contra perfecta ponía el 29-18 en la escuadra culé. Llegaban los locales al gol treinta, pero el análisis en torno a la flojera defensiva de Ademar en las últimas semanas ha de relativizarse cuando enfrente está el Barça.

Ya sólo quedaba por saberse la diferencia, paladeando buenas acciones puntuales como el siete metros que Bomastar le sacaba a Richardson con el pie, o un golazo de Virbauskas tras finta. Enfrente, los tantos del Barça seguían lloviendo sobre el marco marista, con la anécdota de un gran gol de Bomastar en un ataque culé con portería vacía tras un dos minutos a Thiagus.

Ahora, la Copa del Rey

Más allá de la derrota, el Abanca Ademar termina la primera vuelta de la Liga con diez derrotas y sólo cinco victorias, un bagaje alarmante cuya mejor noticia es que le queda toda una segunda vuelta para remontar. El 2021 terminará este miércoles en Copa del Rey en el partido ante Ciudad Real. Los de Cadenas tienen la obligación de dar la cara en esta segunda ronda de la competición.