PRIMERA DIVISIÓN
La memoria selectiva de Del Bosque se fija en la «Champions»
La mejor forma de afrontar un partido de los llamados «clásicos» con la mayor motivación posible es recordar el último resultado positivo conseguido en el duelo con el rival histórico.
La fórmula puede aplicarse perfectamente al Barcelona-Real Madrid de mañana, el clásico de los clásicos del fútbol español, pero también vale para el Milán-Inter del mismo día, el River-Boca del pasado 27 de octubre o el Alianza Lima-Universitario del 31. El entrenador del Real Madrid, Vicente del Bosque, pasa por ser un hombre paciente, reposado, lo que suele ser una virtud en momentos de gloria de su equipo y una verdadera cruz para los aficionados en situaciones de crisis. En las vísperas del clásico, Del Bosque vive horas de tormento. No hay entrevista en la que tengan que recordarle que hace nada menos que 19 años que el Real Madrid no gana en el Camp Nou en partido de Liga. En una de estas entrevistas Del Bosque, consciente del efecto pesimista que puede tener sobre sus jugadores un balance histórico tan negativo, encontró la respuesta mágica para salir al paso del insidioso recuerdo: «yo sólo me acuerdo del partido en el Camp Nou de las semifinales de la Liga de Campeones de la pasada temporada». Ese partido concluyó con la victoria del Real Madrid por dos a cero (Zinedine Zidane y Steve McManaman) y fue la llave que abrió el camino hacia la final de Glasgow, en la que los blancos se adjudicaron en el estadio Hampden Park su novena Copa de Europa al vencer al Bayer Leverkusen por 2-1. Fue la primera vez en 19 años que los jugadores blancos lograron superar el «miedo escénico» de la «caldera» en que la hinchada azulgrana convierte el Camp Nou en los clásicos. En esta preparación sicológica, el técnico del Barcelona, Louis van Gaal, goza de una enorme ventaja sobre Del Bosque.