Diario de León

REGIONAL AFICIONADOS

Un derbi más sin presencia de fútbol

En un derbi en el que el fútbol brilló por su ausencia, el San Francisco cosechó su segunda victoria consecutiva gracias al saber estar de Hevia, que aprovechó un balón muerto dentro del área del Huracán para marcar el único

El guardameta Badeso atrapa la pelota ante la presencia de Nacho, jugador del San Francisco

El guardameta Badeso atrapa la pelota ante la presencia de Nacho, jugador del San Francisco

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Pedro Mielgo - LEÓN.
León

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Al San Francisco le está siendo propicia la llegada de los derbis para mostrar cierto signo de vida después de un penoso arranque de Liga. Si la pasada semana fue la Deportiva Ponferradina B quien cayó, ayer le tocó al Huracán sucumbir ante los capitalinos. Se repitió incluso el tanteador y el autor del único gol. Tuvo que ser otra vez Hevia y otra vez tras una jugada a balón parado quien consiguiera dar los tres puntos a su equipo. El derbi respondió nuevamente al guión de partido trabado y ausencia de juego, con dos equipos más entregados a la labor de mantener su portería intacta que a la de poner en peligro la contraria. Con tal escenario, el encuentro tuvo que resolverse en una acción embarullada. Rubén buscó la puerta de Badeso en un lanzamiento de falta, que tras tocar en Alberto modificó la trayectoria e impidió al portero del equipo de Trobajo del Camino hacer algo más que despejar para que Hevia, que pasaba por allí, modificara el marcador. El tanto, que acaeció cuando el reloj marcaba ya la pausa del descanso, marcó a los locales y a la postre definió el ganador del encuentro. Tras el descanso, los locales, espoleados por el gol del San Francisco, mostraron algo más de carácter e intentaron acercarse con más criterio a la meta de Jorge. Pero todo se quedó en más intención que realidad. Sólo estuvo en peligro el portero visitante en un centro chut que apunto estuvo de entrar en la portería y reflejó el escaso bagaje ofensivo de toda la segunda entrega. Después de esa ocasión, el encuentro navegó entre el empuje sin llegada del Huracán y la contención del San Francisco, que se mostraba muy a gusto con la confección del discurso. Todo una disculpa para poder llegar hasta el minuto noventa.

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