Al final siempre hay justicia... o casi

El Valencia se estrelló continuamente contra el portero Didulica, tuvo innumerables ocasiones para ganar y a pesar de no realizar un gran encuentro, sí fue mejor que el joven Ajax, aunque los holandeses nunca se rindieron y acariciaron la victoria gracias a su contragolpe, contrarrestado con ese importantísimo gol de última hora de Angulo. El Valencia no aprovechó con goles el buen juego, el empuje y las ocasiones de las que dispuso en un inicio de partido de absoluto dominio local, y permitió que el Ajax se fuese liberando de la presión y se marchase al descanso imbatido, algo que parecía imposible después del arranque del encuentro. Porque el Valencia, muy ofensivo en el inicio, como se esperaba, tocando con velocidad y abriendo a las bandas a Angulo y Vicente, consiguió incluso encerrar durante unos minutos al Ajax en su campo, después de haber tenido cuatro claras oportunidades para abrir el marcador. En el primer minuto fue imperdonable el disparo de Carew a puerta vacía a las nubes, aunque el línea había señalado fuera de juego. Poco después el noruego tuvo en su cabeza el gol, pero esta vez fue Didulica, quien reaccionó de forma magnífica, por primera vez, para salvar al Ajax. Los holandeses, a pesar de su evidente calidad técnica, sólo pensaron en defenderse en la primera parte y salieron airosos ante el chaparrón valencianista de los primeros minutos, pero el equipo de Rafa Benítez no pudo mantener el ritmo, se fue apagando ante sus dificultades para acercarse al área rival, y el Ajax fue creciéndose. Aunque Cañizares tuvo que evitar un gol de Litmanen tras una contra en el minuto 13, el Ajax afortunadamente no tuvo muchas más aproximaciones al área local, y salvo en esa ocasión, el Valencia vivió un plácido partido atrás en el primer tiempo. Pero en el aspecto ofensivo, y no viendo forma de superar la defensa holandesa, hubo fases en las que el Valencia se precipitó y en otras se atascó, intentando jugar sin éxito por el centro, cuando por ahí no había manera de tener profundidad. Así, la última fase de la primera parte fue diluyéndose con excesivo centrocampismo, con el Valencia sin ideas ni desmarques, y el Ajax cómodo en la contención. La polémica llegó en el área del Ajax, cuando el árbitro no se atrevió a pitar penalti, ya que Bergdolmo recogió la pelota cuando no había señalado falta a favor del Valencia, cosa que el francés hizo sólo cuando el defensa visitante tocó el balón con las manos. Esa acción enrabietó al Valencia, que a partir de ese momento volvió a lanzarse sin miramientos sobre la portería contraria. Tantos riesgos tomó el Valencia, pensando sólo en marcar por fin un gol, que quedó desguarecido atrás, el partido se abrió definitivamente, y al final se llevó a la contra un gran disgusto ante un Ajax para el que el empate ya era una victoria por lo mucho que había sufrido en Mestalla. Pero faltaba ese gol de Angulo que tanto se mereció el Valencia.