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LIGA DE CAMPEONES

Van Gaal vuelve sobre sus pasos

Louis Van Gaal se atrevió a dejar en el banquillo a Riquelme y Saviola. Luego fueron los dos argentinos los que revolucionaron al equipo y salvaron al Barça y a su entrenador también. Sin ellos el equipo azulgrana fue una caric

Publicado por
Jordi Sans - LEVERKUSEN.
León

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Tras el descanso, con los dos argentinos en el campo, y después con Overmans también, el encuentro sufrió un giro radical. El Barcelona hilvanó jugadas de mucho mérito, igualó el tanto con el que se había adelantado el Bayer en el primer periodo, Riquelme desperdició después un penalti y Overmans marcó el segundo tanto azulgrana. El Barcelona ganó porque Van Gaaal se corrigió a sí mismo. Con la alineación que presentó anoche Van Gaal dio una gran ventaja al equipo rival, modesto y de escasa técnica, pero que pareció un vendaval. El Bayer sabía lo que quería, el Barcelona no. Los alemanes imprimieron desde el inicio una velocidad y presión agobiantes de las que nunca se pudo librar el conjunto azulgrana, desarbolado, perdido, corriendo desesperado detrás del balón y al que nunca llegaba. Y cuando lo tuvo, muy pocas veces, le duraba un suspiro. Al Barcelona le libró durante muchos minutos que las furiosas ofensivas alemanas no estaban dirigidas por el cerebro, se conducían con pocas luces. Agobió, encerró al Barcelona en su área, pero no creó ocasiones claras. A duras penas la inédita defensa azulgrana capeaba el temporal como buenamente podía. Porque los alemanes parecían el doble, corrían el doble, luchaban el doble. El Barça nunca tuvo el balón ni creó ocasiones. Nadie puso temple en medio de la tempestad. Sin embargo, a la media hora el equipo azulgrana pudo marcar en su primera y única aproximación al área rival. Una gran internada de Gabri terminó en córner. Al saque del mismo Navarro remató de cabeza y Basturk sacó el balón bajo los palos. Se hubiese celebrado el gol por todo lo alto, pero sería injusto. El que marcó fue el Bayer, nueve minutos después, también en un saque de esquina. Un despiste de la defensa del Barcelona dejo a Berbatov rematar sólo. Tras el descanso salieron Riquelme y Saviola por Gabri y Mendieta. Un cambio como de la noche al día, de la oscuridad a la luz. El Barça ya tenía calidad que oponer a la simple fuerza. Apenas se habían cumplido los dos minutos cuando Saviola robó el balón en su campo, empezó un tuya mía con Riquelme y el ''pibito'' estableció en un pis pas el empate. Diez minutos después otra jugada de Saviola, que cedió a Kluivert y fue objeto de penalti por zancadilla de Placente. Lanzó flojo Riquelme y detuvo Butt. Pero el Barça era ya otro muy diferente al de la primera parte. Ahora juega con velocidad, toca, profundiza. Mete miedo en las entrañas del equipo alemán que ya no sale con tanta facilidad y se tiene que dedicar también a cubrir sus espaldas. El cambio abrupto que sufrió el partido, la buena cara que tenía para los azulgrana, hasta animó a Van Gaal a ir por la victoria y saca a Overmans por Motta. En un contragolpe azulgrana Overmans establece el 1-2 definitivo en el marcador.