Cerrar
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Ademar y Cultural tienen que afrontar dos pruebas difíciles en la jornada, dos partidos que pueden situarse muy bien en el umbral de lo posible o de lo imposible de acuerdo con el pronóstico optimista o pesimista. Dos pruebas de fuego, más la de Ademar, porque en la recta final del año se juega la presencia en la Copa Asobal en cuatro decisivos partidos, amén de la indeseada propina -indeseada por el momento en que llega- de la eliminatoria de la Recopa en Islandia frente al Haukar Hafnarfjördur. Sprint difícil y sostenido. A Barcelona y frente al Barcelona. Un doble obstáculo dificilísimo de salvar; porque al renovado potencial de los catalanes se encuentra como escollo adicional el factor cancha. Por añadidura Ademar afronta el compromiso con la tara de las lesiones de algunos jugadores fundamentales, como Marne y Torrego (considerable la del portero para dar necesarios descansos a Kasper en momentos puntuales del partido), más la hipotética ausencia del traspasado Belaustegui, operación beneficiosa para Ademar, ocasión para que las arcas reciban un maná que, cuando menos, llegará a ellas como agua de mayo en primavera de sequía, pero es obvio que en el enfrentamiento con el Barcelona tendría su rol, el mismo de jugar minutos que venía teniendo esta temporada, al llegar Metlicic y haberse estancado su progresión. Pero a la ocasión la pintan con pocos pelos y a ellos hay que asirse para que no se escape, a pesar de todos los pesares, cuando el factor precio-eficacia, esencial en toda economía, es ampliamente ventajoso. Volviendo al partido, Ademar tendría que firmar una actuación extraordinaria, tal la del año pasado en el Palau, para que en el pronóstico -umbral de lo posible o de lo imposible- traspasara la línea del resultado positivo. La Cultural en su desplazamiento a Pontevedra, donde espera un líder sólido -de acuerdo y en consonancia con los últimos resultados- va a encontrar un escollo dificilísimo de salvar. Planteamiento adecuado, rendimiento máximo de los jugadores y, particularmente, acierto ante la puerta contraria. Su majestad el gol que viene siendo el talón de Aquiles del equipo. Una victoria en Pontevedra sería la palanca eficaz, (física por la puntuación, moral para todos los estamentos culturalistas), que supondría un impulso vertical ascendente en la empinada cuesta de la temporada. Desarrollar el juego mostrado en el último partido ante el filial del Atlético de Madrid y rubricarlo.