León suma seis y roza el play-off

León y Universidad Complutense se presentaron al partido con objetivos similares. Sólo tres puestos y una victoria separaban a unos y a otros en la tabla. El enfrentamiento no era fácil en absoluto para los de Quino Salvo, ya que los universitarios son un rival difícil de batir, sobre todo en su cancha de El Torreón. Los pupilos de Miguel Ángel Martín, luchan por salir cuanto antes de los puestos peligrosos de la clasificación. Por su parte, León pretendía alcanzar un lugar entre los ocho privilegiados que buscarán el ascenso y ayer lo consiguió, aunque a la espera de lo que hagan Los Lobos mañana en Gijón. El partido comenzó de manera igualada y con los fallos propios del inicio. La iniciativa correspondió al León que, sin embargo, no logró despegarse en el marcador, debido en gran parte a su escaso acierto anotador. Los madrileños despertaron pronto y comenzaron a sumar puntos que, poco a poco, le dieron una pequeña ventaja en el marcador (14-10). En el tramo final del primer cuarto, reaccionaron los de Salvo y se acercaron hasta un 28-27. El segundo cuarto se inició de forma muy similar al primero. Los leoneses tomaron la iniciativa y fueron incrementando su rendimiento en la cancha. Recuperaron la ventaja en el tanteo y, cumplido el minuto 15, abrieron una brecha de seis puntos (32-38), máxima hasta entonces. Complutense se mantenía gracias a su buen hacer en el tiro pero, al igual que en el comienzo del encuentro, sólo completaba una parte de sus acciones de ataque. Cuando se acercaba el descanso, León siguió aprovechando los errores de su rival para distanciarse en el marcador y se fue el descanso con un tranquilizador 40-50. El partido se decantaba claramente a favor de un quinteto leonés que acumuló más méritos que su rival para tomar la delantera. La reanudación estuvo marcada por un mal arranque de León. Hasta un minuto y medio corrió el reloj sin que los de Quino Salvo anotasen, lo que fue aprovechado por Complutense para acercarse en el electrónico. En ese instante, resurgió la figura de un Brown que tomó la batuta para liderar el juego leonés. El magnífico escolta norteamericano, que ya había sido el mejor de su equipo anotando 18 puntos, volvió a establecer e incluso elevar la brecha que se había cimentado antes del descanso (54-67). Al final del tercer cuarto, la diferencia volvía a reflejar la barrera psicológica de los diez puntos que ya se había dado en el intermedio. En el cuarto definitivo, León se sintió ganador, entre otras cosas, porque Complutense acusaba el esfuerzo y le costaba alcanzar el aro rival. León se sentía cómodo y Vázquez se reencontraba con el aro rival. Los minutos transcurrieron y León logró su sexta victoria.