El Giro apuesta también por un trazado suave y etapas cortas

La próxima edición del Giro de Italia, a disputar del 10 de mayo al 1 de junio y cuyo trazado será dado a conocer hoy en un acto que se celebrará en Milán, será menos duro que años anteriores y las etapas serán más cortas. El comienzo será en el velódromo de Monteronide, en Lecce (suroeste de Italia en la región de Pulla), una pista construida en 1972 y que ha albergado numerosas e importantes pruebas de pista, entre ellas los mundiales de 1976. La ultima meta, como viene siendo habitual, será en Milán, el 1 de junio. Los organizadores de la prueba italiana han apostado por las jornadas cortas y nerviosas, por etapas de media montaña suprimiendo las cimas míticas y mantienen las dos contrarreloj individuales largas de otras ediciones. A pesar de que la alta montaña pasa a un segundo plano sigue estando en el tramo final de la carrera, en la última semana. Serán cuatro etapas y la considerada reina subirá al Pampeago, en los míticos Dolomitas. El trazado a pocas horas de la presentación es una incógnita, aunque sí se sabe que el pelotón visitará todas las comunidades italianas, por lo que habrá muchas neutralizaciones. La emoción, no obstante parece estar asegurada, pues son muchas las peticiones de equipos con esprinters en sus filas que ya han solicitado su participación.