El Celta jugó solo en Zorrilla

El Celta de Vigo volvió a encontrar en Zorrilla su talismán y doblegó a un Valladolid inicialmente ofensivo pero carente de equilibrio, de talento futbolístico y que además terminó con un jugador menos por expulsión de Sousa. El equipo vallisoletano, que jugó con más corazón que cabeza, fue incapaz de crear ocasiones claras durante la primera media hora pese a alinear a cuatro jugadores con intenciones ofensivas, lo que le exponía claramente a los contragolpes del Celta. Catanha volvió a marcar y a hacer «la gaviota» en Zorrilla en el minuto diez. Sergio Pachón intentó responder a los catorce minutos, pero no supo aprovechar una salida en falso del argentino Cavallero. Y es que la falta de calidad en ataque lastró al equipo de Moré, quien arriesgó con una alineación ofensiva, pero exenta de equilibrio. Sin hacer prácticamente nada, el cuadro de Miguel Angel Lotina se vio por delante en el marcador, se atrincheró y lo fió todo a la pegada de Catanha que en Zorrilla casi siempre «moja», la temporada pasada tres veces. Olivera, el único jugador vallisoletano que junto a Marcos creó peligro, tuvo la mejor ocasión vallisoletana del primer tiempo al rematar al poste. El Valladolid quería pero no podía, así que el Celta volvió a golpear en el momento justo, tras la reanudación. El brasileño Edu envió a la red un espléndido centro de Gustavo López y liquidó el encuentro.