España se batirá en el grupo más difícil

España debutará hoy en el Campeonato de Europa de Dinamarca 2002 frente a Noruega (20.30 horas en Farum), en un torneo marcado para las españolas desde el sorteo, que se cebó cruelmente con un equipo en plena fase de renovación y que representará al balonmano femenino español por segunda vez en la historia. La suerte abandonó a las españolas en el primer envite de la competición: el sorteo. España aterrizó en el Grupo C, el mismo en el que fueron a parar las actuales campeonas y subcampeonas del mundo, Rusia y Noruega, y un cuarto equipo, Alemania, de un formidable potencial físico. Puesto que superarán la primera fase los tres mejores equipos de cada grupo, mientras que el último deberá volver a casa el domingo, la apuesta de España en este Europeo se presenta como una heroicidad. Este es el panorama que tiene ante sí el seleccionador Pepe Aldeguer, en su estreno oficial al frente del combinado nacional. Un equipo al que el propio técnico levantino ha querido insuflar aire fresco, con rostros jóvenes que se mezclan con otros ya consagrados. Quizá la retirada de la rusa nacionalizada Natalia Morskova ha forzado a Aldeguer a aceptar el inicio de una renovación en el equipo. Morskova, una balonmanista irrepetible por calidad y carácter, se marchó destrozada por las lesiones. En su última etapa como internacional, a las órdenes de Cristina Mayo, lo dio todo por la camiseta española: goles, astucia y liderazgo, pese a sufrir en silencio los dolores de su rodilla.