SEGUNDA DIVISIÓN B
Volvieron con cara de tonto
Si antes del partido, a Simón le piden firmar en un papel el resultado de empate, no hubiera puesto ninguna objección. Y es que en efecto, las tablas en Alcorcón son un marcador más que digno. Ahora bien, si se contempla la cl
La Deportiva regresa con un valioso punto de Alcorcón, pero esa renta le sabe a poco debido a las circunstancias que rodearon los últimos minutos del encuentro. Después de haber sufrido durante buena parte del mismo para mantener la igualada, el cordobés Jesús Panadero se encontró con una oportunidad que difícilmente perdona el cordobés. Toñín se había internado por la derecha como un auténtico puñal, dejando atrás a la zaga amarilla, para servir después un balón de oro al corazón del área. Sabía que allí estaba Panadero y, en efecto, el andaluz hizo honor a su sentido del olfato goleador que tantas dianas le ha reportado. Sin embargo, con todos los pronunciamientos para darle la puntilla al voluntarioso conjunto madrileño, mandó el cuero por encima del marco, para sorpresa general e indignación de su propio técnico que casi saltó al terreno de juego para comérselo por tamaño error. A fuerza de sinceridad, puede que ese tanto no hubiera venido a hacer justicia si se tienen en cuenta los méritos de unos y otros, pero sabido es que el fútbol no entiende de sentimentalismos ni tampoco de justicias en la mayor parte de las ocasiones, por lo que al final sólo queda el regusto amargo de lo que pudo ser y no fue. Y son muchos los puntos que esta temporada se le han escapado a la Deportiva en los últimos compases, tantos que ahora mismo los bercianos serían líderes sin discusión de haber administrado mejor su fortuna, pero la Liga es muy larga y el equipo sigue instalado en una posición que envidiarán sanamente la inmensa mayoría de sus rivales.