LAS CLAVES
Mentalización. Sin entrar en el tópico de la escasa conveniencia de los partidos matinales (en esta eliminatoria, no quedaba otro remedio) Ademar dio la sensación de jugar un tanto deslabazado de principio, con intensidad escasa y acierto aún menor. Por momentos dio la sensación de que el balón resbalara, a la vista del cúmulo de pérdidas y equivocaciones. Ese 3-2-1... No falla. Cada vez que Ademar tiene que jugar con una defensa tan especialmente abierta, vienen los problemas. El equipo se quejó, en casos individuales, del toque pegajoso que siempre acompañó al quehacer de los islandeses. En realidad, el problema es de falta de aclimatación a este tipo de dispositivos. ¿Y los lesionados?. Ademar pide a gritos el regreso de los que faltan. La presencia de Marne en el central y la posibilidad de dar relevos con Armand Torrego en portería, se echan en falta de forma notable. Y si a esta circunstancia se le unen las posibilidades que aporta Prendes a 6-0, genial.