Francisco Antonio Martín vence en el concurso de caza para veteranos

En la presente edición el número de inscritos fue realmente alto, habida cuenta de las dificultades de organización. La participación fue de 47 escopetas, la mayoría acompañados por su perro. Con un día despejado y una organización muy cuidada para evitar incidentes, los 47 veteranos se dieron cita en el hotel restaurante Avenida II procediendo, tras degustar el desayuno, a dirigirse al campo, situado en la margen derecha de la carretera de Astorga, para iniciar el concurso. Este comenzó sobre las diez de la mañana con la suelta de 250 palomas bravías para calentar las escopetas. Los participantes demostraron que, pese a su edad, conservan una buena puntería y la mayor parte de las palomas fueron abatidas. A continuación todos los participantes con sus perros se diseminaron por el campo para intentar cobrar el mayor número posible de los trescientos faisanes que, previamente, habían sido soltados por las casi mil hectáreas de campo que componen este gran acotado. Condiciones del terreno El terreno, totalmente llano y cubierto por una vegetación mixta en la que predominan sembrados y barbechos, junto con pequeñas manchas de roble, se presta muy bien a la ocultación de las aves, por lo que el trabajo del perro es determinante. Muy pronto se escuchaban los primeros disparos y se colgaban las primeras piezas. Dado el tamaño y peso de los faisanes la organización dispuso de controles permanentes para ir recogiendo y anotando las aves cobradas. La presencia de tantos cazadores en el campo, así como la abundancia de piezas que pueden volar en cualquier dirección, puede provocar accidentes siempre poco deseados que, afortunadamente, no se produjeron. En todo caso la Cruz Roja desplazó una unidad móvil que, en todo momento, estuvo atenta al desarrollo de la cacería. Durante el transcurso de la prueba y en el puesto de control, situado en medio del acotado, se preparó la tradicional hoguera con abundancia de chorizos, churrasco y buen vino, no sólo para aliviar las fatigas de los concursantes, sino también para todos los espectadores desplazados hasta la zona. Este campeonato, que de año en año va cobrando mayor afición, concentra a numerosos curiosos de los pueblos vecinos que, junto con los acompañantes de los cazadores veteranos, dan buena cuenta de las viandas. A medida que el tiempo transcurría y se iban cobrando las piezas no se perfilaba un claro ganador. Al final, sin embargo, Francisco Antonio conseguía el primer puesto al presentar quince piezas. Entrega de trofeos La entrega de trofeos a los tres primeros, junto con obsequios se realizó a los postres de la comida celebrada en el Avenida II. El presidente de Riomonte, Miguel Fierro, con toda la junta directiva, agradecieron la participación y la deportividad, emplazando a todos hasta el próximo año. Fierro, que comparte la presidencia de Riomonte con la Delegación Provincial de la Federación de Caza, se mostró sumamente satisfecho con este concurso que consigue reunir en una jornada festiva a muchos veteranos que, aunque algo mermados de facultades físicas, siguen manteniendo un alto espíritu deportivo y la mejor disposición para la camaradería, la conversación y la buena compañía.