Ademar pierde a Metlicic camino de Islandia por un problema burocrático con los visados
Un jaleo más, un jugador menos
Las inevitables doce horas que acompañan por termino medio a cualquier desplazamiento de Ademar se hicieron acompañar ayer de la emoción añadida de perder un
Petar Metlicic hubo de pernoctar anoche en un hotel cercano al aeropuerto de Barcelona. Cuando el jugador se disponía a cumplimentar los trámites de costumbre en la zona de control policial del aeropuerto de la Ciudad Condal, se encontró con la desagradable sorpresa de que las autoridades le exigían un visado provisional para poder pisar suelo del Reino Unido. Ante la imposibilidad material de conseguir el documento en tiempo y forma necesarios, se optó por modificar los planes de viaje, y cubrir el trayecto con una ruta alternativa que no exigiera el transbordo en Londres. La solución final, después de barajar varias, fue la de enlazar con Reykjavík a través de París, pero para materializarla no quedaba otro remedio que esperar a la jornada de hoy. Si no surgen novedades al respecto, jugador y delegado estarán en Islandia en torno a las tres de la tarde de hoy, a tiempo de incorporarse al entrenamiento de esta tarde en la pista de pabellón Asvellir, en la que se juega mañana el partido. Ya es segura la ausencia de Vatne, que hubo de dejar la concentración del equipo en la mañana del miércoles, al notificársele un problema de salud de su mujer, embarazada de seis meses, aunque la preocupación por su presencia en Hafnarfjördur era secundaria. La eliminatoria se considera susceptible de ser salvada sin su concurso, y en realidad, al equipo le preocupaba más la integridad de la esposa de Stian que el resto de cuestiones. El desplazamiento al país del hielo no tuvo más salvedad. El equipo se puso en pie a las seis de la mañana, y pasadas las seis de la tarde se alojó en el Grand Hotel de Reykjavík, con cuatro grados de temperatura, mucho viento y poca nieve. Ninguna, a decir verdad. Hay más mito que realidad en torno a este desplazamiento. La ruta dejó anécdotas mínimas. Si acaso, la coincidencia puntual en la sala de embarque con Ángel Nieto, campeón del mundo de motociclismo, o el regalo músico-ambiental de los consabidos villancicos que, en estas latitudes del mundo mundial, se llevan escuchando hace ya más de un mes. Santa Claus no merodeó ayer por los aledaños de Keflavik, un aeropuerto que dista 40 kilómetros de la capital del país, así que los amantes de la «Christmas Farándula» hubieron de conformarse con comentar la diversidad de adornos que exhiben orgullosas las numerosas casitas de planta baja que jalonan los dos lados de la carretera por la que se llega hasta la civilización, en el último país habitado antes de llegar al Círculo Polar Ártico. El club local obsequió anoche a la expedición española con una cena típica del país, vikinga pudiera decirse, para simplificar el complicado idioma que gastan los lugareños de la zona. La cohorte de acompañantes que viajan en paralelo al equipo se reduce esta vez a presidente y vicepresidente del club, a los que se suma el diputado de cooperación, Cipriano Elías Martínez, y el programa para el día de hoy comprende entrenamiento vespertino, calma, tranquilidad, sosiego y mucho reposo. La plantilla llegó cansada a Islandia, pero decidió ponerle buena cara a la jornada. Puede que el triunfo de Granollers ayudara un poco...