Diario de León

ATLETISMO

El padre del dopaje vuelve al tartán

El fantasma de Ben Johnson, el primer mito del deporte destruido por el dopaje, regresó a la actualidad de la mano de su antiguo entrenador, Charlie Francis, cuyo nombre aparece asociado a la mejor velocista del mundo, Marion Jones, en

Charlie Francis fue entrenador de Ben Johnson (en la fotografía)

Charlie Francis fue entrenador de Ben Johnson (en la fotografía)

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José Antonio Diego - MADRID.
León

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La ruptura de Marion Jones con su entrenador, Trevor Graham, bajo cuya dirección técnica trabajó durante seis años, ha generado noticias confusas sobre el nuevo responsable de su preparación con miras a los Mundiales de París 2003. El canadiense Derek Hansen, un especialista en biomecánica de la Universidad de York, es oficialmente el nuevo entrenador de Marion Jones, según ha dicho la propia atleta en un comunicado público. Director del grupo de preparación SPS (Strength, Power, Speed/fuerza, potencia, velocidad) con sede en Vancouver (Canadá), Hansen cuanta entre sus clientes con varios equipos de la NBA. Su misión, en el caso de Jones, consistirá en corregir los defectos técnicos responsables del aparente estancamiento de la velocista en cuanto a marcas, especialmente en salto de longitud. Jones se había encomendado a Graham por consejo de C.J. Hunter, lanzador de peso y entonces entrenador adjunto de la Universidad de Carolina del Norte, con quien la atleta terminó casándose. La velocista y el lanzador formaron una pareja desigual que terminó rompiéndose poco después de los Juegos de Sydney 2000, donde Jones hubo de pasar por el delicado trance de comparecer junto a su marido en una rueda de prensa para explicar el positivo del lanzador en un control de dopaje. Fue la primera vez que la imagen de Marion Jones resultó contaminada por su asociación con un personaje rodeado de sospechas. Cottrel J. Hunter había dado positivo por nandrolona el 28 de julio de 2000 en la reunión de Oslo, poco antes de los Juegos Olímpicos de Sydney, donde estalló el escándalo. Los malpensados empezaron a preguntarse si Hunter, en su afán por convertir a Marion Jones en una semidiosa, no habría sucumbido también a la tentación de hacer partícipe a su esposa de las sustancias que le habían permitido a él ganar el título mundial en Sevilla''99 mejorando en 38 centímetros su marca personal. Marion Jones deja a Trevor Graham y se pone bajo los cuidados técnicos de un experto biomecánico canadiense, pero el mismo día en que se daba a conocer la noticia, el diario canadiense «Toronto Sun» informó de que la norteamericana y su novio, el plusmarquista mundial de 100 metros, Tim Montgomery, habían sido vistos entrenándose con Charlie Francis. El ex preparador de Ben Johnson se negó a comentar su presunta vinculación con la pareja de velocistas. Su nombre, sin embargo, vuelve a la palestra pese a que el 24 de octubre de 1988 fue inhabilitado a perpetuidad por la Asociación de Atletismo de Canadá por sus responsabilidades en el caso Ben Johnson. De acuerdo con las conclusiones de la Comisión del gobierno canadiense que investigó el caso, Francis y el médico Mario Astaphan, apodado «el Brujo», sometieron a Johnson a un plan sistemático de dopaje con esteroides anabolizantes que hicieron del atleta nacido en Jamaica un coloso de espectacular musculatura. Johnson confesó a la Comisión que desde 1981 había consumido Dianabol y Winstrol, productos prohibidos proporcionados por Charlie Francis. «Yo tomaba todo lo que me daba Francis», afirmó. Especialista en métodos «peculiares» para buscar atajos en la preparación física de los atletas, Francis llegó a intimidar a directivos de clubes canadienses que declararon ante la Comisión. Según Tom McWilliam, director de la Asociación de Atletismo de Canadá, cuando compareció ante la Comisión para señalar que había rumores generalizados sobre la práctica del dopaje en el centro de entrenamiento de Johnson, Francis le amenazó con pegarle. La velocista canadiense Angella Issajenko, que admitió haber inyectado esteroides a Ben Johnson, explicó que Astaphan les facilitaba los anabolizantes con pleno conocimiento de Charlie Francis. De nuevo malas compañías en torno a Marion.

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